Toluca, Edomex; 7 de octubre de 2021.- En sus marcas, listos, fuera. La carrera priísta por la sucesión de la gubernatura ha comenzado. Los exgobernadores parecen haber determinado sus cartas, y el proceso interno vendrá aderezado de pugnas palaciegas durante los próximos 16 meses. Un puñado de hombres y mujeres asumen que tienen los méritos para suceder a Alfredo Del Mazo Maza.
Por orden de antigüedad, Emilio Chuayffet jugará con Ernesto Nemer, por la ascendencia genética y por la hechura política. El secretario general de gobierno se formó en el sexenio chuayffetista, y ha logrado mantenerse vigente durante los últimos treinta años. Será la tercera ocasión en que busque la postulación priísta; antes debió declinar por Eruviel y por su actual jefe político.
César Camacho Quiroz, el exmandatario interino se ha convertido en un factor de incidencia durante las últimas dos décadas. De un grupo político minúsculo, ha cobijado a nuevos cuadros, y ha puesto en la escena a Alejandra del Moral, con quien compartió la derrota electoral en 2018. La dirigente estatal priísta apuesta por la renovación generacional para ser nominada candidata.
El exgobernador Arturo Montiel forjó el grupo político más prolífico del nuevo siglo, incluido el expresidente Enrique Peña. Su margen de maniobra ha sido desplazado en el sexenio actual. En busca de recuperar el terreno perdido, el montielismo apostará con Carlos Iriarte, de origen cercano a los expriístas Rubén Mendoza y Ulises Ramírez. Aspira por segunda vez al cargo, hace cuatro años intentó ascender bajo el auspicio del otrora poderoso Erasto Martínez.
Eruviel Ávila también tiene su propia ambición política. El senador impulsa a la diputada federal, Ana Lilia Herrera -también identificada con el montielismo-. La exalcaldesa de Metepec juega en tres pistas: su ascendencia priísta, la condición de género y ha extendido lazos con el panismo, por si fuese necesario reafirmar la coalición prianista hacia 2023. Herrera intentó ser candidata hace cuatro años, con fallida renuncia incluida; y espera un trampolín desde San Lázaro.
Por su parte, Alfredo Del Mazo tiene su propio delfín político. Se trata de Elías Rescala, a quien ha construido desde hace más de una década. Fue el hombre más poderoso de su gabinete en la primera mitad del sexenio; y ahora es su principal interlocutor en el Poder Legislativo. Elías es quien tiene menos vínculos con los exgobernadores, pero tiene los afectos del mandatario en turno, a quien políticamente se le considera el primer priísta del estado.
En solitario transita Ricardo Aguilar. Aspirante por tercera ocasión a la gubernatura mexiquense. Presume en sus redes sociales una fotografía con su jefe político, el expresidente Enrique Peña Nieto. Sus ilusiones personales están puestas en el dirigente nacional, Alejandro Moreno. Su ascendencia política se reduce a Jilotepec, su pueblo natal y los delegados priístas de su gestión.
Está es la lista inicial de corredores del PRI que buscan suceder a Alfredo Del Mazo, aunque no son todos los que están, ni están todos los que son.
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