Cosa de contrastes. Este miércoles Enrique Peña Nieto iniciará su segunda gira internacional en calidad de Presidente Electo, y durante cuatro días estará en Alemania, Francia y España. También este día, el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador comenzará su enésima gira nacional en miras de construir su partido político en lo que ya muchos anticipan será su tercera campaña presidencial rumbo a los comicios de 2018. Cada quien en lo suyo, y en su propia circunstancia.
El priísta usará por primera ocasión el avión presidencial –favorecido por la transición acordada con el panista Felipe Calderón- para viajar sin mayores contratiempos al viejo contienente, aun cuando faltan 52 días para tomar protesta como titular del Ejecutivo Federal. El perredista –sin saber el origen de su financiamiento- recorrerá el país para asegurar el registro de su propio partido político Morena a la brevedad, cuando faltan 6 años para la elección presidencial.
Quien de plano parece muy apagada, a propósito de la pasada elección presidencial, es la panista Josefina Vázquez Mota. Su grupo político se encuentra disminuido, sin presencia de amplia influencia en el Poder Legislativo, mucho menos en la estructura partidista. Y de quien ya nadie se acuerda, es del candidato testimonial de Nueva Alianza, Gabriel Quadri, quien sólo garantizó el registro del partido, la senaduría de Mónica Arriola y 10 diputados federales. Eso fue todo.
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Muy movidos andan los diputados locales instalando sus comisiones. Es la misma historia de cada tres años. Todos van los primeros días. Los legisladores prometen entrarle fuerte al trabajo parlamentario. Todos terminan haciendo gestión social y buscando el próximo cargo. No pasarán seis meses para que entonces, las comisiones dejen de sesionar por falta de quórum, agendas legislativas se vayan a la congeladora, y todo vuelva a ser como antes, que todo sea como siempre.
Entre los 75 diputados locales, Hay un puñado de diputados que no deben dejarse de lado. En los afectos de Eruviel Ávila están Aarón Urbina, Alfredo Torres, Alejandro Castro, Ricardo Enríquez, Hugo Andrés Hernández y Enrique Mazutti. En ese grupo, el actual mandatario o colaboradores cercanos confían plenamente para que sean sus operadores de confianza. Se trata de la primera línea que desde el Valle de México ejercerá el control del Poder Legislativo en la entidad.
Otro grupo compacto es cercano al ex mandatario Enrique Peña. Ahí están el verde Humberto Castillejos, los priístas Ignacio Pichardo, David López, Sergio Mancilla y Fidel Almanza, quienes serán un contrapeso de fuerzas con la actual administración estatal. Lo que se demuestra es que hay pugna por el control político del Estado de México, y el Presidente Electo querrá ejercerlo desde Los Pinos. No es un pleito, aclaran, simplemente es un “jaloneo” de fuerzas vivas.
