Redacción
Toluca, Edomex. 18 de enero de 2015.- Una riña entre particulares que dejó saldo de un muerto y varios lesionados, derivó esta tarde-noche en un enfrentamiento entre pobladores del barrio del Cerrillo Vistahermosa, al norte de la capital mexiquense, con policías estatales y municipales.
Durante más de dos horas, en esta localidad ubicada a espaldas del Aeropuerto Internacional de Toluca, se vivieron momentos de tensión y enfrentamientos entre vecinos y uniformados, pues los primeros impedían que los policías remitieran al presunto homicida al ministerio público, pues la turba enardecida lo quería linchar.
Todo inició por la tarde de este domingo en las calles Plan de San Luis y Río Lerma. En un domicilio de la segunda calle se realizaba un convivio familiar que resultó molesto para algunos vecinos, pues tenían música a todo volumen, había hombres y jóvenes bebiendo en la vía pública e incluso unos hasta hacían de sus necesidades.
Fue éste el detonante para que uno de los vecinos inconformes fuera a encarar a los del festejo y les pidió “que le bajaran a su desmadre”. La gente que se encontraba celebrando, ya con unos tragos de por medio, se alteró y lo retaron a golpes. El inconforme se retiró pero al cabo de unos minutos regresó al domicilio donde estaba la fiesta y encaró a quienes lo habían retado a golpes. Sacó un arma de fuego y la accionó contra uno de ellos. Ahí, falleció Mario Piña Neri de 35 años de edad.
El hombre que disparó la pistola de inmediato fue rodeado y sometido por los familiares de la víctima, que lo golpearon e incluso intentaban lincharlo.
Una patrulla de la policía municipal arribó al lugar de los hechos y rescató al agresor, que fue identificado como Aldo González de 27 años de edad. Los municipales llamaron al ministerio público para que fuera a levantar el cadáver de la víctima, y trataron de llevarse al agresor a las instalaciones de la Procuraduría, pero justo cuando prendieron la patrulla, la gente rodeó el auto y no permitieron que se llevaran al agresor, pues ahí mismo querían hacer justicia por su propia mano.
Durante más de una hora, los policías municipales de Toluca trataron de dialogar con los familiares y amigos de la víctima, pero estos insistían en que no dejarían que se llevaran al agresor.
Al lugar llegó un grupo de cerca de cien policías antimotines para rescatar al agresor, que todavía se encontraba en la patrulla.
Como la gente continuaba impidiendo que se llevaran a este hombre, la policía estatal tuvo que disparar proyectiles con gases lacrimógenos para dispersar a la gente, mientras que la turba respondía lanzando rocas, piedras, palos y todo lo que estuvo a su alcance a los uniformados.
Cerca de las 20:30 horas, por fin, los policías con ayuda del gas lacrimógeno activado en dos ocasiones, pudieron sacar al agresor y remitirlo al ministerio público. Más de 200 efectivos de policía estatal se quedaron resguardando el barrio.
El ministerio público abrió una carpeta de investigación para determinar qué fue realmente lo que ocurrió.
