Toluca, Edomex. 21 de agosto de 2017.- La reaparición pública de Arturo Montiel no es casual, cuando faltan 26 días para el ascenso al poder del priísta Alfredo del Mazo. Es momento que los exgobernadores comiencen a mover sus piezas en el relevo gubernamental. Ahí están los negocios, los intereses, los privilegios, las familias, los cargos públicos y los dividendos. Aún convaleciente, ayer Montiel apareció sonriente, incólume, saludador y enamorado.
La reducida ventaja de la victoria de Alfredo del Mazo sobre Delfina Gómez, obligará al nuevo grupo en el poder público a asumir acuerdos con la Plana Mayor del Estado de México para legitimar su ejercicio político. En ese horizonte se establece la necesidad de que los exgobernadores tengan posiciones políticas. La recta final en el gabinete delmacista ha propiciado que se intensifique que muchos nombres broten para ocupar las posiciones de privilegio.
Desde el despacho de Luis Miranda Nava, se ha comenzado a insistir en el arribo de Alejandro Ozuna Rivero como posible secretario general de gobierno. Miranda, aunque no pudo votar por Del Mazo por tener su credencial de elector vencida, busca influir en la toma de decisiones del gobernador entrante. Ozuna, ya ocupó en los tiempos del gobernador Mario Ramón Beteta el cargo de subsecretario general de gobierno, bajo el mando de Emilio Chuayffet.
Ozuna actualmente sobrevive en la Secretaría de Gobernación, a cuya dependencia arribó cuando Miranda Nava tenía un amplio margen de control. En la gubernatura de Peña Nieto, Alejandro se desempeñó como secretario de Desarrollo Social. Ahí viene la influencia de Los Pinos, marcada por Luis Miranda, para incidir en el gabinete delmacista, donde por cierto, el otro Luis, Videgaray, ha perdido la batalla. El registro de Ernesto Nemer a la dirigencia del priísmo es otra muestra a favor de Miranda.
Proveniente desde Sinaloa, se apuntala a Carlos Eduardo Camacho como eventual coordinador general de comunicación social. Carlos Eduardo pertenece al grupo de David López Gutiérrez, quien inició su carrera política con el exgobernador Alfredo del Mazo González. Desde su campaña por la gubernatura mexiquense hace doce años, Camacho ha sido parte de la comunicación política de Peña Nieto. Actualmente forma parte de la oficina del vocero presidencial Eduardo Sánchez. Tiene además los afectos de David López, Peña y Del Mazo.
Para avizorar la influencia de David López en la comunicación social de Alfredo del Mazo, basta con revisar su gestión como alcalde de Huixquilucan. En ese momento, Antonio Garfias (q.e.p.d) fue incrustado en el equipo delmacista por recomendación de López Gutiérrez. El arribo de Camacho significaría un desplazamiento a favor de los medios locales, que han padecido el desdén del equipo de Alejandra Sota que asesora a Eruviel Ávila.
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