Toluca, Edomex; 14 de junio de 2019.- La dinastocracia avanza. Este viernes, se realizará el registro de las planillas que pretenden competir para la elección por la dirigencia de la Red de Jóvenes x México. Aunque se ha prometido una consulta a la base democrática, ya algunos chavos del priísmo mexiquense advierten una competencia desigual. Al menos se prevé la inscripción de cuatro planillas, todas con vínculos partidistas y familiares, pero desde ahora también ya hay apuestas sobre un posible ganador: la de mayor arropo político y económico.
La fórmula favorita para dirigir los destinos de la Red de Jóvenes en el Estado de México, es la encabezada por César Javier Barrios y Dulce García. El muchacho de 27 años, es hijo del exalcalde de Jilotepec, Javier Barrios (qepd). Se desempeñó como secretario particular adjunto de Darío Zacarías Capuchino. Fue uno de los operadores políticos de Máximo Quintana, cuando el titular del Deporte estatal presidió la Red de Jóvenes hace cuatro años. Para la elección priísta, además ha logrado sumar el arropo de Miguel Ángel Torres Cabello, que empezó su carrera partidista en las lides juveniles de México Nuevo. De tal suerte que, Zacarías, Quintana y Torres ya tendrían su candidato.
Con menos posibilidades, se apuntala la fórmula conformada por Monserrath Palafox y Luis García. La joven Palafox ya presidió la organización Mujeres Jóvenes en la entidad; y fue por corto plazo directora general del IMEJ, ambas responsabilidades bajo el respaldo de la diputada local, Brenda Aguilar. Esta fórmula también contaría con el apoyo de la exlegisladora federal, Leydi Fabiola.
Más rezagados y con nulas posibilidades se enlista la fórmula de Christian Quintana -que tendría el cobijo de la actual dirigente estatal, Alejandra del Moral-; y Berenice Marín, excandidata a regidora en Valle de Bravo. Y por último, la planilla integrada por Alfredo Iván Álvarez Jaime -sobrino de Jorge Álvarez, exalcalde de Almoloya de Juárez-, y Andrea Cecilia Sánchez Flores, excandidata a regidora de Nicolás Romero, con el arropo del expresidente municipal, Alejandro Castro.
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El alcalde de Zinacantepec, Gerardo Nava ha perdido la cordura. Antier, en una comida con funcionarios municipales confió la necesidad de cerrar filas con Higinio Martínez Miranda como el liderazgo ideal para presidir a Morena en el Estado de México. La confidencia se hizo pública ayer jueves a través de sus redes sociales. Lo cierto es que, en la agenda pública de Morena no existe urgencia por acelerar los tiempos políticos. Al finalizar el año, deberá definirse la renovación de la dirigencia nacional, y luego la estructura estatal. Pero la salida en falso del presidente municipal puede tener consecuencias políticas.
De entrada, el tercer regidor de Zinacantepec, Leonardo Bravo Villanueva ha expresado sus afectos con el movimiento de René Bejarano, que funciona como un contrapeso al grupo político de Higinio Martínez. Tal parece que la infidencia de Nava representa un rompimiento con quienes lo arroparon para llevarlo al poder municipal.
Al interior del ayuntamiento, también cayó como balde de agua fría la carta de López Obrador para expresar su rechazo al nepotismo en el gobierno, sobre todo en áreas como la Secretaría Técnica del Ayuntamiento y Comunicación Social. ¿Será?
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En Villa Victoria, el alcalde Mario Santana Carbajal recibió con beneplácito la calificación positiva del OSFEM en el manejo de las finanzas públicas. Sin embargo, ha descartado en público y en privado, que vaya a ejercer su derecho a subirse el suelo. El cabildo se sujetará a la austeridad salarial, y han optado poque las finanzas sanas se reflejen en una mayor inversión pública y el desarrollo de infraestructura.
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