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Contaminación ambiental. Agudeza.

OFF THE RECORD

Toluca, Edomex. 7 de abril de 2016.- Bastante extraño resulta que en medio de una crisis atmosférica como la que atraviesa el Valle de México, la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México se encuentre más preocupada por la protección animal que por la calidad del aire que respiran casi 10 millones de mexiquenses. No es que una cosa sea más importante que la otra, pero en un listado de prioridades para la Propaem se ha ocupado más por el rescate de perros en condiciones lacerantes, que en superar una contingencia ambiental que afecta a toda una megalópolis.

La toma de decisiones emprendida por la Propaem se advierte muy cercana a organizaciones no gubernamentales, quienes han promovido y difundido profusamente las actividades de la misma, como una institución defensora de la protección animal. Se ocupa de dar golpes mediáticos, de la mano de las ONG´s, mientras la contingencia ambiental pega hondo. En las acciones de Propaem, hay gato encerrado por la defensa canina, y es tiempo de hallar respuestas.

De plano, Propaem ha sido omisa en otorgar recomendaciones o en determinar medidas mitigatorias, ante una contingencia ambiental sin precedentes e irreversible. Ha preferido el silencio sospechoso que un ruido innecesario. Se ha olvidado de sus prioridades para atender sus afectos. Se ha preocupado más por el cuidado canino que ocupado de la mayor crisis ambiental de los últimos 20 años, y que pega directamente a grandes sectores del Estado de México.

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eruviel_aniversarioedomex_planamayor2Eruviel Ávila volvió a recular. El gobernador mexiquense vive del clamor popular, y tras medir el costo político de la Ley Atenco, ha decidido que la misma legislatura que la aprobó promueva su inconstitucionalidad. El priísta busca acrecentar su popularidad, y prefirió frenar una legislación que criminalizaba la protesta social, para no arriesgar más su capital político. Para Eruviel, valen más las encuestas electorales, que su postura ideológica o la firmeza de sus determinaciones como titular del Poder Ejecutivo.

Ávila ha apostado a erigirse como un gobernador blando, a construirse una imagen de represor. Eruviel busca construirse una imagen bonachona, que por grandes trazos apuesta a la banalidad de celebrar una torta con el ogeis o celebrar el día del taco en redes sociales. Entre el gobernador digital y el gobernante represor no había sincronía ni congruencia. Ávila ya eligió por cual ruta caminar, y optó por echar atrás la Ley Atenco. Es cuestión de estilos.

Sin embargo, hay una parte cuestionable en la controversia presentada por la legislatura estatal, que transita por la falta de pesos y contrapesos en la división de poderes. En cualquier estado democrático, resultaría impensable la capacidad de dominio que tiene Ávila sobre el Poder Legislativo. Primero ordenó la aprobación de la Ley Atenco, con el único rechazo de la bancada de Morena. Ahora instruyó que fueran en contra de la misma Ley, y la Legislatura simplemente acata sin chistar.

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