Toluca, Edomex; 02 de agosto de 2022.- Si algo preocupa a los alcaldes, de todos los colores partidistas, es la operación política y electoral hacia los comicios de gobernador del 2023. A siete meses de iniciada la gestión de los presidentes municipales, se les observa más preocupados por mantener su ascendencia política y ganar posiciones de poder partidista que cumplir con sus promesas de campaña. Dedican tiempo, dinero y esfuerzo a su vigencia electoral.
El fin de semana, alcaldes y exalcaldes morenistas pusieron todo su esfuerzo en movilizar a sus estructuras electorales para ser votados como consejeros, y formar parte del órgano que habrá de elegir a la dirigencia estatal de Morena. En la víspera, afiliaron a trabajadores de los ayuntamientos, y dispusieron de lo necesario para ganar un espacio de poder en su partido. Desde ahora, están entregados a la causa morenista para ganar la gubernatura el año entrante.
También entre sábado y domingo, decenas de presidentes priístas se dedicaron a formalizar la toma de protesta de sus consejos políticos municipales. Desde ahora, el priísmo está dedicado a renovar las estructuras electorales -mediante entrega de materiales y despensas-, que serán responsables en movilizar votantes. En este mes de agosto, deberán elegir a sus comités municipales, mediante la imposición de sus más afines colaboradores que serán los operadores políticos en los comicios de 2023. Esa es su agenda de prioridad.
Aunque con mayor discreción, los alcaldes panistas tienen sus propias actividades de partido. De manera recurrente son convocados por su dirigencia estatal, pero no precisamente para revisar su agenda de gobierno. Sus tareas políticas están encaminadas en la renovación de sus dirigencias municipales; y en coadyuvar en la organización de los encuentros que tiene Enrique Vargas con las estructuras del partido para promover su candidatura a gobernador.
Lo más preocupante es que, ni siquiera ha comenzado el proceso electoral formalmente, para considerar que los alcaldes en funciones se encuentren distraídos en la operación política de sus municipios. Sin embargo, los vacíos legales permiten que tengan tiempo y espacio suficiente para mantener sus actividades electorales mucho más visibles que la acción de su gobierno.
Esos son los partidos con mayor presencia política en la entidad, pero no exime al resto de los alcaldes que también contribuyen a fortalecer sus clientelas electorales. Parece ser un modelo cultural que se ha consolidado en el régimen político, y que hoy más que nunca se mantiene vigente, porque todos los presidentes municipales están pensando en la reelección, o bien, en dejarle el poder a sus esposas o hijos; convertirse en diputados locales o federales para la próxima elección, e incluso en saltar a la gubernatura.
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