Israel Dávila
Metepec, Edomex. 19 de julio del 2016.- A pesar de las visibles fallas en el proceso de edificación de la primera etapa del Tren Interurbano México-Toluca, empleados del consorcio formado por La Peninsular y OHL México, aseguraron que esta obra –cuyo costo es superior a los 34 mil millones de pesos– se construye con altos estándares de calidad, e incluso revelaron que existe una tercera empresa encargada de supervisar todos los trabajos que se realizan y que estos estén apegados al proyecto.
Durante un recorrido por obra, en su tramo Zinacantepec-Lerma, se pudo observar algunas columnas que a escasos días de ser edificadas ya presentan daños considerables. Las columnas marcadas con los números 2010 y 2012 se encuentran descarapeladas y con las varillas expuestas, como si hubieran recibido un golpe que ocasionó que el cemento cayera.
Albañiles que laboran en la obra indicaron que en estos pilares «el cemento no pegó” por lo que las estructuras serán rectificadas para «dejarlas como debe ser».
En tanto, uno de los ingenieros de la obra, en este tramo que va de la avenida López Mateos a Tecnológico, en Metepec, aseguró que las columnas serán demolidas, pues hubo una modificación en el proyecto original, que obliga a que estos pilares de soporte tengan mayor resistencia.
“En el proyecto original nos pidieron que tuvieran una resistencia de 300 kilogramos por centímetro cuadrado, pero ahora nos piden elevarlo a 400, pues justo ahí se colocará un cambio de vías. El cambio del proyecto se hizo cuando ya habíamos levantado estos pilares y ahora tenemos que cambiar el cabezal, para hacer el soporte que nos piden”, explicó el ingeniero.
«No se están desmoronando como se ha dicho, están en proceso de demolición. Vino una maquina y martillo y por eso se ve así, pero no es que hayan quedado mal. Lo que pasa es que modificaron el proyecto», insistió.
Aseguró que toda la obra se construye bajo los estándares de calidad que se exigen en estos proyectos y reveló que el Grupo Triada, es el encargado de la supervisión de la obra.
De acuerdo con el sitio web del Grupo Triada, se tiene encomendado la revisión del proyecto ejecutivo de la primera etapa del Tren que va de Zinacantepec a La Marquesa; la supervisión y control de la obra; la revisión de los avances físicos y financieros; la verificación topográfica y del control de la calidad de la obra.
Los vecinos de los barrios de San Lucas y Salvador Tizatlali externaron su preocupación por estas fallas. “Cómo podemos confiar en que el tren no tendrá problemas cuando vemos que las columnas se están desmoronando. Esto y los incidentes que se han presentado en la obra generan desconfianza”, dijo Ernesto, uno de los pobladores de la zona y potencial usuario del tren.
“No queremos que suceda otra vez lo que pasó en el Metro de la ciudad de México (línea 12) que tuvieron que cerrar las estaciones y dejar de operar por errores en la construcción”, dijo Roberto, dueño de una accesoria ubicada sobre avenida Las Torres, donde se edifica el viaducto elevado por donde correrá el tren.
En semanas recientes se han registrado varios incidentes en la obra.
El pasado 4 de mayo se desplomaron dos ballenas de más de 111 toneladas, pues el soporte provisional que se les colocó no aguantó y la estructura se vino abajo, según informó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
El 2 de junio, se vinieron abajo las varillas que soportarían una de las columnas que sirven de pilar para soportar el viaducto elevado, sin causar daños. Hace una semana se desplomaron unas planchas de concreto, y el sábado pasado, un trabajador murió luego de que el camión que transportaba las planchas de concreto se volcara y parte de la carga le cayera encima al obrero.
En el segundo tramo de construcción que va de la Marquesa a Santa Fe, también ya hubo un incidente. El 7 de julio, un albañil quedó sepultado por un alud de tierra, cuando realizaba trabajos de cimentación en una de las columnas que se construyen a la altura del kilómetro 24 de la autopista México-Toluca.
