Redacción
Ciudad de México. 26 de junio del 2019.- Pese a estar bajo investigación de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) por presuntas prácticas monopólicas, la empresa IUSA del mexiquense, Carlos Peralta; y Conymed, de su cuñado Arturo Torres Rivera, ganaron las subastas que realizó la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para suministrar casi dos millones de medidores de baja tensión.
Carlos Peralta, es considerado un empresario cercanísimo al Grupo Atlacomulco y fue uno de los principales proveedores del gobierno federal que encabezó Enrique Peña Nieto, lo que hacía pensar que en este sexenio su suerte no sería la misma. Su hijo, Pablo Peralta fue hace cuatro años diputado local del PRI en la entidad mexiquense.
Este mediodía, cuando la CFE dio a conocer los resultados de la subasta, reveló que a IUSA se le adjudicó el 48 por ciento del lote de medidores que requiere la empresa del estado; mientras que Conymed suministrará el 39 por ciento, es decir que ambas -señaladas por prácticas monopólicas-, se encargarán de suministrar el 87 por ciento del total que requiere la Comisión Federal de Electricidad.
El contrato que firmará la CFE con IUSA de Carlos Peralta es por más de 649 millones de pesos; mientras que el que firmará su cuñado Arturo Torres Rivera de Conymed, será superior a los 525 millones de pesos.
Las otras dos empresas a quienes se les adjudicó solo el 13 por ciento restante del contrato son Electrometer, quien se embolsará 149 millones de pesos y Protecsa con 28 millones de pesos.
Desde hace meses IUSA de Carlos Peralta y Conymed de Arturo Torres Rivera son investigados por la Comisión Federal de Competencia Económica, pues ambos han fungido en los años anteriores como los proveedores preponderantes del gobierno federal.
La investigación que realiza la Cofece ya está en su última etapa y se espera que en unas semanas más dé a conocer su resolución.
La Comisión Federal de Electricidad, que encabeza Manuel Bartlett justificó la asignación de estos contratos a IUSA y a Conymed, por los precios que ofertaron al gobierno de México, muy por debajo del resto de los participantes.
De acuerdo con la CFE, el modelo de subasta usado en esta asignación de contratos para suministrar medidores de baja tensión, implicará un ahorro de casi 600 millones de pesos.