Toluca, Edomex; 12 de agosto de 2021.- Pocas posibilidades se advierten para las que, alguna de las próximas diputadas locales se convierta en integrantes de la Junta de Coordinación Política. En el PRI, Morena y el PAN todo se ha decantado a favor de sus liderazgos masculinos: Elías Rescala, Maurilio Hernández y Enrique Vargas. En lo que resta del PRD, todo apunta a favor de Omar Ortega; y de ahí, sólo resta hacer cuentas para el Partido Verde y MC.
En el caso del Verde, se abre la puerta para María Luisa Mendoza Mondragón, aunque ahí todavía tiene una vela encendida José Couttolenc, quien podría abrirse paso a través de las impugnaciones y reivindicarse como coordinador.
Y del lado naranja, la disyuntiva del próximo coordinador se encuentra entre Martín Zepeda -hermano de Juan Zepeda-, y Juana Bonilla -de origen perredista-; en cuyo margen de maniobra se podría concentrar el liderazgo legislativo.
Lo cierto es que, muy a pesar de la paridad de género que tanto se impulsa en lo legal, en lo político, en lo social y en lo electoral, la toma de decisiones de los tres principales grupos parlamentarios han favorecido a la masculinidad.
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Extrañamente, la agenda legislativa identificada con la izquierda progresista, podría ser abrazada por un sector del priísmo local. En la víspera, la diputada local electa, Paola Jiménez mostró su indignación por la criminalización de la protesta social desplegada en agravio de colectivos feministas que han exigido a lo largo de los últimos meses la despenalización del aborto en el estado.
La mayoría de los diputados electos andan en recorridos de agradecimiento, y con una presencia constante en sus redes sociales. Lo cierto es que, Jiménez ya dio un paso adelante sobre su agenda legislativa: “La próxima (Legislatura) está obligada a dar un significativo arranque, siempre seré una aliada de los derechos y libertades”, publicó en sus redes sociales. ¿Acaso el priísmo se atreverá a tender puentes con una agenda progresista con la mira puesta en 2023?
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La cerrada y controvertida elección municipal de Coacalco llegó hasta la conferencia mañanera de Andrés Manuel López Obrador. Ahí, el presidente fue cuestionado sobre el triunfo del priísta David Sánchez Isidoro, quien ha sido acusado de compra de votos, quien por cierto fue inhabilitado desde 2018 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación para el cargo de alcalde, y persiste la incógnita si la resolución alcanza para el trienio que comienza en 2022.
Por ahora, la elección municipal prevalece impugnada y pudiera revertir el resultado a favor del morenista Erwin Castelán. Por su parte, Sánchez Isidoro se muestra confiado en que los órganos jurisdiccionales confirmarán su triunfo, y que está legalmente facultado para ser alcalde a partir de enero; además de políticamente arropado por José Manzur, el otrora poderoso secretario general de gobierno en el sexenio eruvielista.
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