Toluca, Edomex; 02 de junio de 2023.- La elección del 4 de junio, es la más importante para los dos bloques partidistas que ahí se enfrentan, por su trascendencia electoral y política, en la antesala de los comicios presidenciales del 2024. Del resultado del Estado de México, se tomarán decisiones en ambos bloques partidistas, tanto para la selección de sus candidaturas presidenciales como para las estrategias que resulten más efectivas en el terreno electoral.

Si gana Delfina Gómez, Morena se consolidará como un partido hegemónico, que gobernará 25 estados del país. El crecimiento electoral ha sido inusitado en apenas seis años; y el gran desafío hacia adelante, no sólo será ganar la Presidencia de la República, sino consolidar su fortaleza política, más allá del bono electoral del primer mandatario, Andrés Manuel López Obrador, quien dejará el poder dentro de un año y cuatro meses. Vendrá una disputa interna.

Si gana Alejandra del Moral, vendrá una reivindicación del priísmo, que se juega aquí su último bastión electoral. Para el bloque opositor, no le queda más opción que mantenerse en alianza con el PRI; pero no sería una buena señal, si durante los últimos seis años sólo se logra imponer en Durango y Coahuila. El PRI del Estado de México significa la prevalencia para el resto de las entidades, o sentenciar una recomposición que incluya hasta el cambio de nombre.

Otra lección está por darse desde la sociedad civil organizada. Por encima de los afectos o de sus preferencias, es importante evaluar el grado de participación de los votantes, que no sean únicamente quienes son movilizados como parte de una estructura partidista o una clientela electoral. Hay muchos sectores sociales que se acercaron a las candidatas, o las candidatas con ellos; y es el momento de establecer si ese activismo social se ve reflejado en las urnas.

Las candidatas también insistieron mucho en que los jóvenes serían el factor que decidirá el rumbo de esta elección. Pero también tienen claridad de que ahí, está el sector de mayor apatía para participar en la democracia. Lo cierto es que, los partidos políticos y sus estrategias electorales poco hicieron para convencer a los electores de tan siquiera votar. El abstencionismo en su conjunto, es la gran amenaza que tienen las contendientes hacia los comicios de este domingo.

Las instituciones electorales han pasado desapercibidas, y eso en cualquier juego democrático debe ser positivo. No han sido señaladas ni se han vuelto protagonistas. Cuando un árbitro, aplica las normas electorales y no hay queja alguna de los contendientes, es porque algo favorable sucede. Lo que falta por corregir, no son las reglas, sino que los contendientes las cumplan correctamente. La tentación de incidir en la elección al margen de la ley, es permanente.

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