Toluca, Edomex. 7 de abril de 2014.- Cuando veas las barbas de tu vecino cortar pon las tuyas a remojar. El arraigo establecido en contra de Jesús Reyna, exgobernador interino de Michoacán, debe poner en alerta a las autoridades estatales y municipales, frente a la delicada infiltración de crimen organizado que sutilmente se ha reconocido en algunas corporaciones policíacas. Todo apunta que la estrategia del gobierno federal es asestar golpes mediáticos, pero con un argumento jurídico robusto que les evite pifias como el “michoacanazo” que caracterizó al calderonismo.
Cierto es que el Estado de México no puede ser comparado con Michoacán, al menos políticamente. Por lo que se ve, el priísmo nacional que preside César Camacho Quiroz estaría dispuesto a entregar el poder a la izquierda, y su muy eventual candidato Silvano Aureoles, que coordina a los legisladores perredistas que han posibilitado el avance del Pacto por México en San Lázaro. El exalcalde de Zitácuaro es parte de los Chuchos, y es un hombre bien visto en Los Pinos. Por lo tanto, ceder la plaza michoacana no es tan malo para la política priísta.
Y en esa circunstancia, el Estado de México debe recuperar urgentemente la seguridad para no perder electoralmente en 2015. Por eso no puede ser medido de la misma forma, ni asumir riesgos semejantes. A Michoacán se mandó un comisionado especial, a la entidad mexiquense bastó un relevo en la secretaría de seguridad. Por esa misma razón, Eruviel se siente más seguro que nunca, pero su misma fortaleza puede convertirse en su máxima vulnerabilidad.
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El capitalino Carlos Navarrete y el mexiquense Héctor Bautista López, prácticamente han amarrado la dirección del PRD por los próximos tres años. Ayer el partido del sol azteca modificó sus estatutos, donde se resolvió que el método para elegir a su nueva dirigencia será por vía indirecta, es decir sólo por el voto de los consejeros y no por los de la militancia. El Consejo Nacional está dominado por los “Chuchos” que apoyan la fórmula encabezada por Navarrete.
Bautista es fundador y líder de Nueva Izquierda, la tribu dominante en el Estado de México, con la cual el priísmo mexiquense ha podido co-gobernar desde hace más de 20 años. Tanto Carlos como Héctor son los políticos acomodaticios que más convendrían al gobierno peñista, para buscar mecanismos similares al Pacto por México para coexistir en el poder legislativo por lo que resta de su sexenio, y con ello mueren las aspiraciones de Marcelo Ebrard y Carlos Sotelo.
En agosto próximo se elegirá a la nueva dirigencia nacional del PRD. El próximo presidente del PRD tomará protesta entre el 17 y 20 de septiembre por un periodo que se extenderá hasta 2017, con posibilidad de reelegirse. Los Chuchos ya se frotan las manos, y junto con ellos, los mexiquenses de Nueva Izquierda.
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