Redacción
Distrito Federal. 16 de abril de 2015.- Convertido en uno de los funcionarios favoritos del presidente Enrique Peña Nieto, Alfredo Castillo Cervantes asumió este jueves la titularidad de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), en sustitución de Jesús Mena Campos, quien mantuvo permanentes desencuentros en dicho encargo con el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor.
La buena estrella de Jesús Mena, parece haberse apagado tras la muerte del directivo olímpico del deporte mexicano, Mario Vázquez Raña, ocurrida en febrero pasado. A unos meses de su fallecimiento, Mena abandonó al gabinete peñista, para entregar la estafeta a un abogado especializado en derecho penal.
Esta tarde, Emilio Chuaffet tomó protesta a Alfredo Castillo como nuevo titular de la Conade, quien ya acumula cuatro distintos cargos en el actual gobierno federal.
En diciembre de 2012, Alfredo Castillo fue nombrado como subprocurador de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo de la PGR. Desde ahí, encabezó la indagatoria en contra de Elba Esther Gordillo, actualmente presa acusada de enriquecimiento ilícito y operación con recursos de procedencia ilícita.
Para mayo de 2013, Castillo Cervantes dejó el cargo asignado en PGR, para asumir como emergente al frente de la Procuraduría Federal del Consumidor, la cual había quedado acéfala, luego de la dimisión de Humberto Benítez Treviño, envuelto en el escándalo de las redes sociales denominado #LadyProfeco, atribuido a su hija Andrea Benítez, quien traficó con las influencias de su padre para cerrar un restaurante en la colonia Roma en la ciudad de México.
Pero Alfredo Castillo debió abandonar prontamente el barco encomendado. En enero de 2014, fue nombrado comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, en cuyo cargo se le acusó de “operar” como un virrey en Michoacán, con facultades extralegales que le daban mayores atribuciones que al propio mandatario priísta, Fausto Vallejo Figueroa, quien renunció en medio de acusaciones que involucraban a su hijo Rodrigo Vallejo, de posibles vínculos con el crimen organizado.
La cercanía de Castillo Cervantes con Enrique Peña Nieto, se remonta a cuando el segundo era gobernador del Estado de México, y el primero fue nombrado subprocurador general de justicia de Tlalnepantla, por recomendación de David Korenfeld, el recién defenestrado director general de la Conagua, por hacer uso de un helicóptero oficial para fines personales.
Más tarde Alfredo Castillo se convirtió en procurador general de justicia, como resultado de la investigación de la pequeña Paulette Gebara, una menor que fue reportada como desaparecida y días más tarde hallada muerta en la piesera de su cama, cuya indagatoria encabezó Castillo pero que le costó el puesto a su entonces jefe, Alberto Bazbaz Sacal.
Desde entonces, Alfredo Castillo se convirtió en uno de los alfiles del ajedrez político de Peña Nieto, tanto en la gubernatura mexiquense como en la Presidencia de la República.