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Toluca requiere de una cirugía mayor

Ricardo Moreno**

 

Durante décadas la
ciudad de Toluca fue la pujante y potente ciudad modelo industrial del país. Su
base industrial convirtió al Valle de Toluca como uno de los principales
destinos de la inversión extranjera directa y se llegó a instalar el cluster
automotriz más importante fuera de los Estados Unidos de América.

 

Después de las crisis de
1994 y 1998 la industria manufacturera hizo suyo el modelo de la modernización
industrial y de la competitividad que llevó al desplazamiento de la mano de
obra y a la modernización de las plantas productivas. Las principales plantas
industriales ubicadas en el Valle de Toluca expulsaron mano de obra y cerraron
en definitiva puestos de trabajo, que fueron sustituidos por una política de
eficientización de los recursos humanos, en los cuales los trabajadores y
empleados tuvieron que asumir mayores cargas de trabajo sin que sus salarios se
incrementaran.

 

A la par, la gran
industria optó por promover programas de separación de los trabajadores con más
antigüedad y que significaban un mayor pasivo laboral para sustituirlo con
jóvenes, cuyas exigencias salariales eran menores.

 

Este conjunto de
decisiones depauperó el ingreso de los toluqueños. La industria perdió impulso
y para sobrevivir, en el marco de una economía mundializada, tuvo que pagar los
costos al último eslabón de la cadena productiva; Los trabajadores.

 

A la par no existieron
políticas públicas gubernamentales que fortalecieran, aún en ese ambiente
adverso, la planta productiva asentada en el Valle de Toluca. Por el contrario,
el desdén, la corrupción, la complacencia y la falta de atención provocaron el fenómeno
de la tercerización de la economía.

 

La prestación de bienes
y servicios se convirtió en una alternativa de desarrollo empresarial y como
alternativa de empleo para aquellos que habían sido desplazados de la industria
y que nunca volvieron a ser absorbidos en su planta laboral. Obreros altamente
calificados dejaron la industria y se autoemplearon en el sector de los
servicios ya sea en misceláneas, taxis y, en el mejor de los casos como
empleados en los florecientes centros comerciales.

 

Sin embargo, esta
tercerización de la economía toluqueña trajo consigo el fenómeno de la
precarización del ingreso que es, en el fondo, uno de los problemas
estructurales de nuestra ciudad. El sector del comercio y los servicios otorga
salarios de subsistencia que son en promedio 40% menores a los que en promedio
otorga la industria. Por eso es menester fortalecer la política industrial en
la capital mexiquense y del Valle de Toluca.

 

Lo que a la capital
mexiquense le duele, es que más de la mitad de su población se encuentra en
algún grado de pobreza y, a partir de ello es que debemos impulsar y generar
las condiciones necesarias para que se vuelva a invertir en estas tierras.

 

En el Valle de Toluca se
encuentra una de las mejores y más amplia infraestructura educativa tecnológica.
Las distintas escuelas, tecnológicos y universidades politécnicas son un enorme
potencial que tenemos. Nuestra extraordinaria situación geográfica en medio del
mercado más importante del país y su ubicación de donde se puede acceder con
facilidad a las dos carreteras que llevan a las dos costas de los Estados
Unidos, lo ubica como un lugar encomiable.

 

Por eso, es importante
poner el dedo en la llaga. Toluca debe de reindustrializarse para tener
viabilidad en el futuro. Los nuevos mecanismos y reglas de producción hacen
asequible tener plantas productivas amigables con el medio ambiente y que,
además, están sujetas a certificaciones y reglas mucho más exigentes que las
normas oficiales mexicanas, para que los productos puedan entrar al mercado internacional.

 

Toluca, como en algún
momento lo comenté requiere de una cirugía mayor. Durante décadas se pensó que
la grandeza y poderío de la capital duraría toda la vida; no se cuidó la
política industrial y finalmente se dilapidó. Actuamos, en resumen, como nuevos
ricos que recibimos una gran herencia y simplemente la dilapidamos sin medida.
Por eso creo que es momento de tomar acciones y echar manos a la obra.

Ricardo Moreno

Senador suplente. Ha sido diputado federal y local. Se ha desempeñado como representante de Morena ante el Instituto Electoral del Estado de México. Fue secretario del Ayuntamiento de Toluca.

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