Ricardo Moreno*
La realidad de la capital del Estado de México es de esas ciudades que poco a poco mueren.
Su infraestructura urbana, su falta de planeación, la escasez de reserva territorial, la negativa a crecer en la verticalidad y la oprobiosa corrupción que todo lo detiene, son algunos de los principales problemas en los que se sume Toluca.
El enorme poderío industrial que se desplegó en su territorio, durante las décadas del 60 al 90 del siglo pasado, se detuvo significativamente por varias circunstancias. En efecto, las crisis recurrentes hicieron estragos en la ciudad, pero también la falta de planeación y no saber entender el papel que debería jugar uno de los principales centros productivos industriales del país en el marco del tratado de libre comercio que se negoció y firmó durante el primer lustro de la década de los 90’s.
Desde entonces y hasta el año 2018, no tuvimos una arteria de altas especificaciones que nos uniera a la carretera federal 57 llamada en su momento la “carretera del libre comercio; principal eje carretero para la exportación e importación de mercancías con el principal socio comercial de nuestro país.
Ello ocasionó la migración de empresas hacia Querétaro y el bajío, San Luis Potosí y Saltillo. Perdimos competitividad y empleo. Los toluqueños perdimos calidad de vida y ahora hasta exportamos mano de obra calificada que formamos en nuestros centros educativos tecnológicos.
Toluca requiere reinventarse y rediseñar una política de re industrialización para que florezca. Necesitamos generar empleo de calidad y vencer la corrupción que todo lo carcome. Esa es la senda que tenemos que construir. Debemos actuar de inmediato para evitar que continúe el deterioro de nuestra ciudad.
* Ha sido diputado federal y local. Se ha desempeñado como representante de MORENA ante el instituto electoral del Estado de México. Fue secretario del Ayuntamiento de Toluca de 2019 a 2020.
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