Redacción
Como parte de los esquemas para cumplir sus seis mil compromisos en campaña; el gobernador Eruviel Ávila Villegas eliminó el proyecto denominado «Regionalización», que fue implementado desde el mandato de Arturo Montiel Rojas para aterrizar programas sociales como un mecanismo de clientelismo electoral entre las familias de mayor marginación y pobreza en la entidad.
A partir de este sexenio, se impulsará un Programa de Apoyo Municipal a través del cual se ejecutarán obras y acciones de gobierno, incluida la aplicación de beneficios de la tarjeta «La Efectiva», que fue un mecanismo de afiliación electoral a la campaña de Eruviel Ávila, donde se prevé solventar diversos apoyos asistenciales como becas escolares, despensas alimenticias y ayudas económicas para adultos mayores y madres solteras.
La secretaría de Desarrollo Social a cargo de Elizabeth Vilchis, deberá rediseñar los esquemas de ayuda asistencial, aunque respetando los padrones de beneficiarios que reditúa en un sistema clientelar en procesos electorales. La nueva estrategia de las políticas públicas de la gestión de Eruviel Ávila garantizará mayor cercanía a la población, sin embargo, requerirá de una participación más amplia de las secretarías que conforman su gabinete gubernamental.
En 1999, el entonces mandatario Arturo Montiel Rojas implementó el programa regionalización, el cual dividió la geografía estatal en 12 zonas, en donde se ejecutaban diversos programas sociales, con la consigna de llegar a un padrón poblacional afín a las filias priístas. En sus informes de gobierno, daba 12 informes regionales -uno en cada zona del estado- para afianzar el esquema electoral y de acercamiento con los beneficiados de su gobierno, preferentemente simpatizantes de su partido político.
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, el programa de «regionalización» se robusteció a partir de la creación de los Consejos de Integración Ciudadana para el Desarrollo Social (COINCIDES) -ideados por Ernesto Nemer Álvarez, entonces secretario de Desarrollo Social y actual secretario General de Gobierno-, que consistían en grupos de simpatizantes priístas que gestionaban, sugerían, solicitaban y canalizaban los apoyos sociales a sectores de la población identificados plenamente con su causa partidista.
Hacia 2009, durante la elección intermedia, el programa de «regionalización» montielista sufrió un nuevo cambio. Ahora se nombraron 45 responsables de región -dependiendo la amplitud de cada una de las secretarías de gobierno- quienes atendieron igual número de zonas en la geografía mexiquense. La división no era una casualidad sino que tenía una causa: 45 es el número de distritos electorales en que está conformada la entidad.
Los resultados fueron inigualables en el terreno de los comicios, al obtener el PRI el triunfo en 97 de 125 ayuntamientos; en 39 de 45 distritos locales y en 38 de 40 distritos federales. Aunque en su objetivo de atender a la marginación, los datos fueron desalentadores frente a los más de 4 millones de mexiquenses en condiciones de pobreza, poco más del 35 por ciento de la población. El mismo esquema asistencial se mantuvo hasta este 2011, año electoral también.
Sin embargo, con la llegada del nuevo gobierno, Eruviel Ávila determinó eliminar el programa «regionalización», modificando el nombre del mismo y también los esquemas de ejecución, a partir de lo que ahora se denominará Programa de Atención Municipal, con un mismo objetivo: paliar la pobreza y solventar resultados electorales a favor del partido en el gobierno.