Ricardo Moreno**
Hace unos días el ritual
priísta se cumplió como cada año. La fiesta del titular del Ejecutivo al rendir
su informe de gobierno se llevó a cabo, como ya es tradicional de hace unos
cuantos años a la fecha en el patio central del palacio de gobierno.
Ahí, Alfredo del Mazo
Maza se presentó y, para su sorpresa, como en muy pocas ocasiones se encontró
con que muchos de sus invitados decidieron no acudir al ceremonial priísta en
una clara muestra de rebeldía y falta de respeto. Diputados priistas, sobre
todo federales, siguieron tal vez la instrucción de su presidente nacional,
Alejandro Moreno “alito” y dejaron a su anfitrión literalmente con la cuchara
en la mano. De la misma forma, no estuvo presente y fue notoria la ausencia de
Alejandra del Moral, ex candidata a la gubernatura, aun y cuando fue impulsada
e impuesta por el propio gobernador.
Las razones pueden ser
muchas. Pero es claro que los priistas están avergonzados y se deslindan
inmediatamente de Alfredo del Mazo de entregar a Morena la gubernatura
mexiquense como si en realidad hubiesen tenido oportunidad de ganarla en las
urnas.
No, ese es un argumento
reduccionista y baladí. La muerte del PRI la cavó el propio Alito Moreno cuando
aceptó plegar a su partido a los caprichosos designios de Claudio X González y
su Alianza, “Va por México” cuyos resultados electorales han sido, por decir lo
menos, desastrosos. Como se denota del propio mapa electoral de nuestro país en
el que 23 entidades se han pintado de guinda y en el que la alianza se ha
atrincherado en los bastiones más duros del PAN. El PRI, ese partido que hace
apenas unos años se decía renovado e invencible, ahora solo gobierna Durango y
Coahuila.
Pero a pesar del
abandono, Alfredo del Mazo no se vio solo y ante el desplante de sus propios
compañeros decidió invitar al presidente López Obrador quien, contrario a lo
que lo distinguió durante todo su mandato al no acudir a ningún informe de
gobierno, decidió acompañar al último de Alfredo del Mazo para respaldarlo y
agradecer su acompañamiento en las obras y acciones que el gobierno federal en
suelo mexiquense, lo que agudizó e hizo pública la profunda división al
interior del priismo.
Al mismo tiempo en ese
evento se paseó con orgullo y sencillez la maestra Delfina Gómez y su equipo,
quienes tomarán la conducción de los destinos de los mexiquenses como su
próxima gobernadora.
Así, con sabores
amargos, desprecios y nuevos acompañamientos, el gobernador Del Mazo empieza a
sentir esa nostalgia por el poder que de a poco se le va de entre las manos.
Ese que durante tres generaciones detentó su familia, la más beneficiada
políticamente del grupo Atlacomulco.
Ricardo Moreno
Senador suplente. Ha sido diputado federal y local. Se ha desempeñado como representante de Morena ante el Instituto Electoral del Estado de México. Fue secretario del Ayuntamiento de Toluca.
