El Manual de Maquiavelo 31-05-2024
Francisco Ledesma / El PRI abre un nuevo frente
El delmacismo padeció
los desastrosos resultados de la elección por la gubernatura de 2023; y hoy
enfrenta el contraste de los tiempos políticos con su némesis al interior del
priísmo encabezado por Alejandro Moreno y Ana Lilia Herrera, quienes en su
impericia han abierto un tercer frente de batalla por tomar el control político
de un partido que se resiste a morir o a desaparecer.
“Tendría que suceder
algo excepcional para darle la vuelta a las tendencias”, reconoció Enrique Peña
Nieto en sus declaraciones desde el exilio, en enero de 2023, sobre la eventual
derrota que cimbraría al priísmo mexiquense en las elecciones por la gubernatura
realizadas en junio del año pasado.
Sin embargo, la burocracia
partidista insiste para instalar como verdad absoluta que el Estado de México “se
entregó”, bajo responsabilidad del exgobernador Alfredo Del Mazo y de su candidata,
Alejandra del Moral, hoy asediada por la opinión pública ante su cuestionada y
nulamente consecuente decisión de apoyar deliberadamente el proyecto presidencial
de Claudia Sheinbaum.
Desestiman la libertad
del voto, y observan en su reducida mentalidad política, la prevalencia de un
voto corporativo propio de estructuras sindicales del siglo pasado; y reclaman
la “entrega” de un territorio que asumían como propio, cual si fuesen las
contiendas electorales un terreno fértil como las disputas cruentas del crimen
organizado por las “plazas” de cultivo, trasiego y venta de drogas.
Aún más, dejan de lado
la voluntad política y la trayectoria personal de un puñado de priístas que ya
expresaron su repudio a la toma de decisiones de Alejandra del Moral, pero que
fueron parte activa con cargos de dirección y operación política de la campaña
electoral del año pasado -ellos sí, a diferencia de la delegada priísta que
permaneció pasiva, cuando se sintió derrotada-.
Hay un grupo de perfiles
sin tutor visible, que podría convertirse en punta de lanza para aquellos tricolores
que nunca se identificaron con el eruvielismo, que tampoco coincidieron con el
delmacismo, y que no tienen porque ser presas entre la disputa prolongada entre
Del Moral y Herrera, para darle la vuelta a la página a las derrotas dominicales
y observar por la reconstrucción de su partido.
En ese panorama, hay que
poner por delante a figuras que sí participaron en la campaña electoral como
Laura Barrera, Elías Rescala, Alejandro Ozuna y Erwin Lino, quienes sabían que
la competencia era en condiciones absolutamente adversas por el momento
coyuntural por el que atraviesa el priísmo en todos los estados, y aún con
ello, se la jugaron en el 2023, y otros más en el 2024. Y sin embargo, se
mantuvieron hasta el último momento, incluso hasta el último minuto en que se
contó la última casilla. No sacaron raja política del momento.
Hoy, la dirigencia nacional
y estatal pretenden erigirse como la panacea en el rescate del partido; pero sin
importar los resultados del 2 de junio, se debe asumir desde la autocrítica,
que han puesto y dispuesto del partido para sus intereses personales. Sin la
obediencia que obligaba la presencia de un presidente o gobernador priístas,
ellos han hecho del sometimiento una regla de oro para imponer sus condiciones,
con nulas concesiones o negociaciones.
Alejandro Moreno y Ana
Lilia Herrera son parte del problema y no de la solución. Y sin quererlo, han abierto
la puerta a la posibilidad de una nueva dirigencia, a partir del mes de agosto,
cuando Moreno concluya su mandato extendido; y el priísmo mexiquense entre a un
trámite de renovación partidista como una posibilidad de reivindicar glorias
pasadas. Laura, Elías y Erwin lo saben, y desde ya, pueden entender que su momento
es ahora.
La tenebra
El destino es caprichoso,
pero la historia podría volver a unir a Eruviel Ávila con Alfredo Del Mazo,
pese a sus diferencias y distancias, hubo alguien que logró unirlos, pero en su
contra: Alito Moreno.
Día 5: No era penal