Toluca, Edomex; 31 de julio de 2024.- En un plazo de 45 días, Delfina Gómez rendirá su primer informe de gobierno. Entre las líneas discursivas que destacarán sus logros del primer año de mandato, habrá de resaltar que se han construido los cimientos de la Cuarta Transformación: un gobierno de austeridad presupuestal, que ha eliminado privilegios para los altos mandos; y el impulso de programas asistenciales como bandera política del sexenio. Lo cierto es que, en el despacho de la gobernadora no todas las áreas tienen alta calificación.

Ayer que se presentó el Plan Estatal de Desarrollo, la gobernadora mexiquense enumeró una serie de problemas que aquejan a la entidad: corrupción, pobreza, desigualdad, inseguridad, deterioro ambiental, precarización del empleo, violencia de género, entre muchas otras calamidades, producto de la ineficacia de los últimos gobiernos. Sin embargo, a lo largo de casi once meses al frente de la gubernatura, ningún funcionario de alto nivel ha culpado de forma directa a Alfredo Del Mazo, Eruviel Ávila o Enrique Peña. Los tres últimos gobernadores priístas gozan de un pacto de impunidad con la actual clase gobernante.

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En San Lázaro avanza aceleradamente el dictamen legislativo para desaparecer diversos órganos autónomos del nivel federal. El propósito sería aprobar reformas legales antes de que finalice el año; y en consecuencia, generar ahorros presupuestales hacia el ejercicio fiscal 2025. En una ruta paralela, las entidades podrían construir sus propios ajustes legales, y en el caso del Estado de México redireccionar varios miles de millones de pesos a los proyectos prioritarios que impulsa el gobierno encabezado por Delfina Gómez. Varias instancias autónomas podrían tener fecha de caducidad para este año.

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A propósito del evento sobre el Plan Estatal de Desarrollo, el gobierno mexiquense destacó la participación de instituciones públicas y organizaciones de la sociedad civil. En particular, se resaltó la participación de la UAEMex, en donde se entregó reconocimiento al rector Carlos Barrera Díaz; pero también al secretario de Docencia, Raymundo Marcial, quien también aspira a la sucesión de la rectoría universitaria en mayo del año entrante. Su trabajo por ahora parece discreto, pero en la vida interna tiene una alta ascendencia política entre sectores académicos. Nadie lo pierda de vista en los siguientes meses.

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En la etapa postelectoral que comenzará a resolverse en los próximos días, en las elecciones municipales, no hay elementos suficientes para pensar que existirán modificaciones sustanciales. Quizá un puñado de municipios apuestan a revertir el resultado final, a partir de la anulación de algunas casillas. Difícilmente eso ocurrirá. En las acusaciones de compra del voto y otras tropelías, las impugnaciones no trascenderán más allá de lo mediático. Todos los partidos -sin excepción- mantienen como una estrategia la coacción del voto, pero demostrarlo sigue siendo complejo. Todos los ganadores pueden estar tranquilos.