OFF THE RECORD 30-04-2024
Toluca, Edomex; 30 de
abril de 2024.- Han pasado seis meses y quince días de que terminó la gubernatura
de Alfredo Del Mazo, y la relación entre la dirigencia nacional del PRI con los
priístas mexiquenses ha tomado una nueva correlación de fuerzas políticas. La ausencia
de un mandatario y primer priísta del estado entrará en una nueva etapa, una
vez que transcurran las elecciones del 2 de junio, y donde las derrotas que
devengan serán cargadas a la dirigencia estatal encabezada por Ana Lilia
Herrera. Ahora Alito ha decidido tener nuevos aliados.
Hace algunos meses,
cuando los exdirigentes priístas exigían la renuncia de Alejandro Moreno por
los escándalos personales y políticos, la protesta en gran medida era
encabezada por el mexiquense César Camacho, quien dicho sea de paso, en su
ascenso al PRI nacional en el sexenio peñista, corrió a Alito de su cartera en
el partido. A la vuelta de los años, el campechano cobró venganza, y despidió a
Ernesto Nemer, tan pronto llegó al edificio de Insurgentes Norte. Pero ahora,
cada vez se les observa más cerca, y con más armonía. Ayer el mexiquense estuvo
en primera fila, en un evento prácticamente privado.
¿Y cómo no va a estar
agradecido César Camacho con Alito, si han otorgado una candidatura a Mariano Camacho
para una diputación local? El originario de Metepec insiste en convertirse en
factor de decisión en la política estatal, más aún, con el autoexilio de
Enrique Peña; la exclusión de Eruviel Ávila, ahora como ecologista; la ausencia
obligada de Alfredo Del Mazo. Junto con Arturo Montiel, son los únicos
asistentes a los eventos de Xóchitl Gálvez. No piensa en el retiro político,
más ahora, que puede volverse útil para Moreno Cárdenas.
Donde la relación
política sigue dando muy buenos frutos, es la vinculación alcanzada por
Cristina Ruiz y Alito. Ambos serán senadores por la vía plurinominal. Pero no
sólo eso, Ruiz le ha abierto un espacio a Eduardo Castro Bello, sobrino del campechano,
como candidato a regidor en Naucalpan; en la misma planilla que Víctor Manuel
Navarro Ruiz -sobrino de la diputada-, es candidato a la regiduría. El asalto
al poder público desde la repartición de candidaturas que preside Cristina por
encomienda de Alito. Una fórmula perfecta que tendrá una toma de decisiones de
mediano y largo plazo.
El pasado mes de diciembre,
cuando se designó a Ana Lilia Herrera y Alejandro Castro, al frente del priísmo
mexiquense, en el diseño se planteó que su encargo tendría desenlace en el mes
de agosto. Coincide con la fecha en que Alejandro Moreno también abandonará la
dirigencia nacional, pero desde cuya posición pretende incidir en la sucesión
del PRI nacional, y también buscará el control de los comités estatales,
incluido el del Estado de México, para cuyas tareas nadie debería descartar a
Cristina Ruiz, pese a su nula ascendencia política.
Alito ha comenzado a
acumular adversarios en el PRI. Ahí ya pasan lista Eric Sevilla, quien nunca
fue tomado en cuenta para la elección en curso; José Manzur a quien le
prometieron una plurinominal, y tampoco le cumplió; Ana Lilia Herrera, por los
desencuentros que ha debido lidiar con Jorge Meade; y un puñado de alcaldes y diputados
locales a los que garantizó la postulación para la elección consecutiva, y los
dejó sin candidatura y sin esperanza en el partido.