Toluca, Edomex; 27 de julio de 2023.- Han transcurrido varias semanas de que Eruviel Ávila anunció su salida del PRI, y nadie de su círculo cercano se ha atrevido a seguir la ruta del exgobenador mexiquense. No obstante, está claro que el ecatepense buscará mantener su injerencia entre la clase gobernante que formó, y que fue parte de su gabinete. Desde su operación política, promueve sus piezas para renovar la dirigencia estatal priísta; y tiene la mira puesta en el reparto de candidaturas hacia los comicios presidenciales de 2024.

Es decir, la dimisión de Ávila de las filas tricolores, obedece más a un rompimiento con la presidencia nacional de Alejandro Moreno; y el coordinador senatorial, Manuel Añorve. Para efectos locales, Ávila mantiene sus afectos, sus vínculos y sus intereses en lo que acontece en el PRI mexiquense. Prevalece una distancia con el gobernador, Alfredo Del Mazo; sin embargo, desde aquí, su grupo prefiere hacer política para beneficio propio. La conclusión del sexenio delmacista, les abre camino para reinstalarse en el partido.

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El Partido Verde y el Partido del Trabajo sí tendrán espacios y cabida en el gabinete de la próxima gobernadora, Delfina Gómez. En la distribución de cargos públicos, el equipo delfinista ha apartado las Secretarías del Medio Ambiente y del Trabajo. En esencia, son dependencias de un tamaño menor en cuanto a su nómina de personal. Y aunque la tarea es mayúscula, no tiene la trascendencia de otras áreas en materia de ejercicio presupuestal o toma de decisiones. Será el PVEM y el PT quiénes decidan las personas que asumirán dicho encargo.

La inconformidad del PVEM y del PT vendrá en el acuerdo de alianza electoral del 2024. Con la sobrevaloración de votantes, que determinó una transferencia de 600 mil sufragios, el Verde asume que merece hasta una senaduría. El PT busca acrecentar su representación en la Legislatura local y algunas candidaturas para alcaldías. En el núcleo morenistas, consideran que darles una Secretaría del gabinete ya es suficiente; y eso disgustará a las élites del poder.

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Una y otra vez, el discurso político de Delfina Gómez se ha concentrado en mejorar el sistema de salud pública. Desde que ganó la elección, la texcocana ha concentrado sus reuniones con el gabinete federal; con el equipo de transición; y hasta en la agenda pública de la mañanera, en la necesidad de incorporarse a las políticas públicas dictadas desde Palacio Nacional. Y hasta se ha advertido, no sólo de la ineficiencia actual; sino inclusive, del desfalco que opera en el abasto de medicamentos. Ese rubro será una prioridad en su mandato.

Lo malo no es únicamente la precariedad que existe en los diversos hospitales públicos del estado. Delfina deberá ser muy mesurada en los indicadores que vaya a prometer mejorar en la salud pública estatal; y evitar fijarse plazos fatales que no vaya a poder cumplir. Ahora, quiénes contribuyeron al desfalco del sistema de salud, deberían estar preocupados porque podría empezar con prontitud una auditoría de los últimos dos sexenios.

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