Toluca, Edomex; 26 de julio de 2024.- El peso electoral del Estado de México se verá reflejado en la integración de la próxima Legislatura Federal. Ahí, el músculo político de la 4T mexiquense podría aportar cerca de 50 diputados federales, del total de 500 legisladores; es decir uno de cada diez, responderán a las causas de la izquierda mexiquense. Es un enorme brazo ejecutor que fortalece la presencia política de Delfina Gómez a nivel nacional. Eso sin contar, el puñado de diputados que llegarán por parte del PRI, PAN y MC.

A la espera de la asignación de diputados plurinominales, la 4T mexiquense tendrá una representación mayúscula en San Lázaro. Es momento de que Delfina Gómez ejerza su ascendencia política a nivel nacional. Con ese peso político por delante, resulta fundamental que eso se vea reflejado en la presencia de mexiquenses presidiendo comisiones legislativas. Y desde lo pragmático, en que la entidad sea un eje prioritario para proyectos de infraestructura y la distribución presupuestal para el sexenio que encabezará Claudia Sheinbaum.

A nivel local, Morena no tendrá problema para dominar políticamente la Legislatura estatal. La fracción morenista tiene las condiciones para imponerse al frente de la Junta de Coordinación Política por los próximos tres años. Donde podrá construir equilibrios es en la repartición de las comisiones legislativas, en la que podría tener generosidad hacia PRI, PAN y PVEM. Además, de construir una apertura de diálogo en las iniciativas de ley, y en la elaboración del paquete presupuestal. La clave está en evitar un ejercicio abrumador de su poder político.

Lo más desafiante para Morena es controlar los choques internos. Construir la unidad entre el Grupo Texcoco y otras corrientes, en el que se entienda que el liderazgo político se concentra en torno a Delfina Gómez. Apaciguar los ánimos acelerados que piensan en el 2029. Y contener a quienes insisten en denostar a los liderazgos históricos de la izquierda. Ganaron tanto en las pasadas elecciones, que el pastel del poder público alcanza para todos. Dilapidar el peso político por egos personales, sería un grave error con un costo electoral.

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Movimiento Ciudadano tuvo un avance sustancial en las pasadas elecciones. El efecto naranja le permitirá tener una mayor presencia tanto en la Legislatura estatal como en los Ayuntamientos. Lo importante, será su postura política como oposición, para mostrarse como una alternativa electoral hacia los próximos años. Juan Zepeda, dirigente estatal emecista, tiene el reto de no solamente ser una bancada testimonial, sino construir una oposición más atractiva de lo que puede significar el agotado bloque de PRI y PAN en los últimos años.

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Luis Miranda Barrera, diputado federal electo, no asistió ayer a la convocatoria hecha por la gobernadora Delfina Gómez. El legislador ecologista se estrenó como papá el pasado miércoles. Y por si el nuevo integrante del clan Miranda piensa en el futuro político, también llevará por nombre Luis Miranda IV.