Toluca, Edomex; 25 de julio de 2024.- Vaya manera de mostrar el músculo político por parte del magisterio estatal, y su ascendencia institucional en el actual gobierno de Delfina Gómez, una profesora de carrera por más de 30 años de trayectoria profesional. Ayer se oficializó el aumento salarial para los docentes del nivel básico, y se pudo apreciar la cercanía y el buen trato de la mandataria con su gremio. Tener una buena relación con el SMSEM, implica además, tener una alta calificación con más de 100 mil agremiados.

Como nunca antes, el magisterio goza de una amplia presencia en el gabinete estatal, en posiciones de privilegio y de toma de decisiones no sólo en el ámbito educativo. La llegada de Delfina Gómez a la gubernatura estatal, le ha permitido a un puñado de docentes -afiliados la SMSEM- ocupar encargos de alta responsabilidad en la administración estatal. Ahí están Trinidad Franco -el poder detrás del gasto público-; Miguel Ángel Hernández -quien conduce la política educativa de todo el estado-; y hasta Norberto Morales -que ocupa la cartera laboral y su relación con los sindicatos-.

Hasta hace algunos años, el magisterio estatal era un apéndice del régimen priísta. Las delegaciones sindicales operaban como estructuras clientelares con el objetivo de promover el voto a favor del partido oficial. Sin embargo, durante los últimos años fueron perdiendo esa capacidad de maquinaria corporativa. En paralelo, liderazgos magisteriales dieron un golpe de timón, y se fueron a la izquierda para sumarse a las filas morenistas. Hoy, el magisterio está obligado a una capacidad de adaptación, para defender su propia independencia y autonomía frente al poder político, sin importar el partido en el gobierno.

En el mes de octubre, el SMSEM enfrentará una renovación de su dirigencia sindical en un escenario inédito. Será la primera ocasión que deberá conducir su proceso interno en un régimen ajeno al priísmo. Con antelación, históricamente el gobernador en turno incidía en los procesos sucesorios del magisterio. Hoy, con un gobierno morenista y encabezado por una docente de carrera, será importante conocer sí aquí comienza la transformación de un régimen, o simplemente se trata de un gatopardismo, donde todo cambió para que todo siga igual.

Hay intereses políticos muy amplios al interior del magisterio estatal. Algunos impulsados por funcionarios estatales. Otros más, por exliderazgos sindicales que siempre tienen la tentación de incidir en el futuro del sindicato. Sin dejar de lado, los propios afectos que puede tener la dirigencia saliente para influir en la sucesión del comité estatal. Encontrar la democracia de un sindicato, debiera ser el interés mayúsculo del magisterio. Superar los tiempos del Maximato. Una difícil prueba que no todos están dispuestos a aceptar.