OFF THE RECORD 23-01-2024
Toluca, Edomex, 23 de enero de 2024.- A medida que se acercan las definiciones en cada partido político, para la repartición de las candidaturas a diputados federales y locales; así como las presidencias municipales, se confirma que la democracia interna no existe en la vida de los partidos políticos. Ya sea por métodos de candidaturas únicas, designación, postulación o encuestas, todos los modelos se reducen a beneficiar a las élites políticas, a las dinastías familiares que se enquistan en el poder, y a conservar sus privilegios, muy a pesar de la alternancia en el gobierno.
Actualmente, hay dos grandes argumentos para que la burocracia dorada de los partidos mantengan ese control supremo sobre la designación de candidatos: por un lado, la posibilidad de reelegirse -y supuestamente profesionalizar su trabajo político-; y por otra parte, el garantizar la paridad de género en la elección de alcaldes y diputados federales y locales. Como premio de consolación para la militancia de a pie, se reservan los cientos de sindicaturas y regidurías, que simulan el ascenso al poder de absolutamente todos, aunque los métodos de selección están cooptados por sus dirigencias.
En materia de democracia interna, todos los partidos son iguales. Han entendido muy bien que el camino de la imposición -que puso como ejemplo el priato, durante casi cien años mediante el dedazo-, es una vía que permite mantener el control a favor de las élites políticas. Dentro de muy poco, una vez que se diluciden y resuelvan los temas de las coaliciones y las candidaturas en común, vendrá el proceso para destrampar quiénes son los candidatos y candidatas que serán beneficiados por la burocracia dorada.
Para saber quiénes buscan reelegirse falta muy poco. Esta misma semana, el PRI y el PAN -por separado- deberán emitir sus convocatorias para elegir a sus candidatos a alcaldes y diputados locales, y ahí vendrán los registros de quienes busquen repetir en el cargo, bajo la falsa idea de que quienes ya ganaron en una ocasión tienen el talento, la capacidad y hasta el carisma para ratificar su triunfo. En Morena, las grandes dudas se despejarán el 10 de febrero, cuando se den a conocer los precandidatos en cada municipio o distrito. Pero en todos los casos, los registros no son una decisión espontánea: son una imposición determinada anticipadamente.
Después de establecidas las candidaturas, vendrá lo irremediable: priístas y panistas que se marcharán a Morena o al Partido Verde, como ha ocurrido sistemáticamente en los últimos seis años. Algunos morenistas decepcionados que buscarán acomodo en el PRIAN. Aunque para el caso del partido guinda, existe una última salida, la posibilidad de ser incorporado en el gabinete de Delfina Gómez, quien alista un último listado de nombramientos como premio de consolación, previo a las campañas electorales que comienzan en el mes de marzo. Para entonces, iniciará la veda electoral.