Toluca, Edomex, 22 de agosto de 2023.- Beatriz Paredes tuvo su primer acercamiento con la clase política mexiquense en el año 2002. Arropada por el entonces gobernador, Arturo Montiel, fue candidata a la dirigencia nacional priísta; y perdió frente a la fórmula encabezada por Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo. Desde entonces, forjó una alianza política con el Grupo Atlacomulco, que se mantiene vigente hasta la más reciente contienda electoral por la gubernatura, donde fue derrotada Alejandra del Moral.

En el 2007, ya durante la gubernatura de Enrique Peña, la tlaxcalteca se convirtió en dirigente nacional priísta. Desde esa condición, posibilitó el posicionamiento del atlacomulquense en todas las campañas estatales. Y durante el sexenio presidencial peñista fue designada embajadora de México en Brasil; luego de su fracasado intento por ser la jefa de gobierno del extinto Distrito Federal.

Ya con Alejandro Moreno como dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes fue designada delegada especial en el Estado de México. En 2021, su operación política estuvo activa en la elección municipal de Toluca. Junto a Martha Hilda González, lograron el triunfo electoral por la alcaldía de la capital mexiquense; además de las diputaciones federales y locales. Se ganó el afecto de amplios sectores del priísmo local; y comenzó su operación por la gubernatura.

En repetidas ocasiones, Paredes operó con diversos exgobernadores a favor de la candidatura de Alejandra del Moral. A Beatriz se le atribuye una cercanía -casi familiar- con Mariano González Aguirre, esposo de la izcallense. Ya en campaña, Paredes estuvo de tiempo completo en la estrategia electoral del priísmo mexiquense. Pese a la derrota se mantuvo cercana al Estado de México. También forma parte del bloque de exdirigentes priístas que decidió respaldar a Alito Moreno, con la mira puesta en la candidatura presidencial del 2024.

El Estado de México resulta clave para su causa; y tiene aquí, los amarres políticos suficientes, para hacerle competencia a la panista Xóchitl Gálvez.

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La película “La Ley de Herodes” muchas veces se queda corta frente a la realidad manifiesta por la clase política. Cuando los gobiernos locales enfrentan el enorme desafío del desabasto de agua potable, en Tenango del Valle, el alcalde Roberto Bautista, ha decidido que es una buena idea vender agua embotellada a bajo costo. Ha convertido al organismo de agua potable en una especie de empresa paraestatal que vende botellas y garrafones de agua purificada, y con ello también, tendrá que justificar una nueva fuente de ingresos en la tesorería del Opdapas, que es auditable por cualquier órgano fiscalizador.

En los meses previos, el organismo municipal invirtió lo necesario para construir su propia purificadora. El agua purificada Humboldt -que no del bienestar-, se comercializa desde ayer en las oficinas del Opdapas. Y en las zonas marginadas, donde el agua potable llega por tandeo o por pipas, no hay de qué preocuparse, porque ahora el ayuntamiento la destina a la producción de agua purificada, donde encontró un nicho de oportunidad, pero para hacer negocio propio. Habrá que revisar si legal y financieramente, el Opdapas tiene esas facultades, o bien, alguien con mucha iniciativa, se brincó la normativa jurídica; y aplicó la Ley de Herodes en Tenango de los Saguaros. El chiste se cuenta solo.

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