OFF THE RECORD 21-05-2024
Toluca, Edomex; 21 de mayo
de 2024.- A menos de dos semanas de la elección presidencial, hay candidatos
morenistas desaparecidos que simplemente no hacen campaña electoral y le
apuestan a que el voto masivo a favor de Claudia Sheinbaum sea el efecto
suficiente para ganar en las urnas. Ahí es donde el PRIAN podría obtener sus
mejores resultados, en municipios o distritos, donde simplemente el bloque
oficialista ha bajado los brazos, y las estructuras opositoras serán condición
suficiente para ganar. El exceso de confianza de Morena será un factor electoral
clave en la recta final proselitista.
El peor enemigo de un
morenista es otro morenista. Es una realidad que decenas de municipios donde persisten
pugnas irreconciliables, producto de las designaciones de candidaturas y que a
la fecha han generado un clima adverso para varios candidatos que buscan
presidencias municipales. Ahí están los casos de Zinacantepec, Valle de Bravo y
Metepec, en donde simplemente no hay acuerdos de unidad, y la agenda pública se
concentra en sus escisiones internas. No todo es tan favorable para Morena en
esta parte de la elección.
En el PRIAN las cosas no
son muy diferentes. Esa alianza electoral que tanto presumen desde los
discursos y desde los templetes, es una coalición de facto que poco repercute
en las campañas, y mucho menos en la operación electoral. El apoyo de las
dirigencias partidistas sólo es moral. Los candidatos priístas sí tienen sus
propias estructuras, pero no tienen para su beneficio un arropo del panismo que
le genere amplios dividendos más allá de un logotipo más en la boleta, o bien,
un candidato menos a quien enfrentar en la contienda.
En la acera de enfrente,
los candidatos panistas adolecen de lo mismo. Cuentan con el respaldo político
de su dirigencia, pero eso no se traduce en apoyos financieros o estructurales.
No hay registro de que la dirigencia priísta realice alguna gira de apoyo para
las postulaciones blanquiazules. El acuerdo del PRIAN sólo se limita a la
repartición de sindicaturas y regidurías, pero al momento de salir a campaña, o
en la estrategia de movilización electoral, cada quien debe resolverlo con sus
propios métodos, recursos y limitaciones personales.
Quien es una absoluta
decepción es Movimiento Ciudadano. Mientras en otras partes del país presume de
un crecimiento electoral, y del impacto de algunas candidaturas que se han
convertido en un verdadero fenómeno, en el Estado de México su participación es
meramente testimonial. En un acto sinsentido, Juan Zepeda -dirigente estatal-
colocó diversos anuncios espectaculares que sólo fomentan la confusión porque
no dicen siquiera a qué cargo compite. La ganancia electoral para su causa será
en casos aislado por liderazgos regionales, pero no por el trabajo político que
tenga en el territorio.