OFF THE RECORD 19-01-2024
Toluca, 19 de enero de 2024.- Se terminaron las precampañas electorales presidenciales, y definitivamente nadie las va a extrañar. En el ámbito local, este sábado 20 de enero, se cierra el plazo para el registro de las coaliciones electorales hacia los comicios de alcaldes y diputados locales. El nivel de negociación es tenso, muy alto; pero a nadie conviene quedar afuera de jugar al partido satélite de Morena, ni tampoco ser excluido del bloque opositor que pueda tener una mínima esperanza de supervivencia política.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha elevado su costo político y electoral. Exige en la mesa, se le garantice el tres por ciento. El PRIAN podría ceder a la petición, a sabiendas de que el perredismo es un partido con estructura, y particularmente con presencia donde el PAN es inexistente. En la suma de votos, puede ayudar a ganar municipios o distritos que el priísmo por sí solo no podría retener; o bien, el partido del sol azteca imponerse en un puñado de municipios, pero con la ayuda del prianismo en plenitud.
Ir juntos es ganar – ganar, frente al escenario tan adverso que representó la elección por la gubernatura del año pasado, con una aplanadora morenista que podría ser abrumadora para este 2024; romper con esa alianza electoral es perder – perder para todos. En un plazo de 24 horas, deberán quedar zanjadas las diferencias de los tres partidos; e inscribir una coalición que posibilite alcanzar condiciones de competitividad electoral.
La incógnita es Nueva Alianza, que tiene divisiones internas tan profundas que no permiten reconocer siquiera cuál es la dirigencia formal y cuál la espuria. Incluso, en la elección por la gubernatura, Nueva Alianza apoyaba a Alejandra del Moral; pero había otro bloque magisterial, denominado Fuerza Turquesa en respaldo a Delfina Gómez. Nadie sabe qué representa cada grupo magisterial, pero ninguno hará mucha diferencia en las urnas.
Del otro lado, Morena no tiene mayores complicaciones. Tanto el PT como el Partido Verde están a la expectativa de lo que decidan los morenistas para sumarse a la coalición electoral. Atrás quedaron los tiempos en que les delegaron los votos, y es momento de que demuestren su fortaleza o se exhiba su vulnerabilidad electoral. El morenismo ya no es gobierno, y es tiempo de sacudirse a quienes no aportan ni en lo político ni en lo ideológico.
En el pragmatismo puro del pasado reciente, a Morena le representa mayores negativos asumir su alianza con José Couttolenc -hoy acotado por el eruvielismo mexiquense-; o con Óscar González que ha hecho del dominio del partido un negocio personal durante las últimas tres décadas. Pese a todo, el partido guinda evitará una dispersión del votante, y los mantendrá en su alianza, aun cuando sale más perdiendo, que ganando.
Finalmente, Movimiento Ciudadano ha decidido participar en solitario. Es insostenible pensar que dicho partido pueda tener presencia en todo el territorio mexiquense, sin embargo, sus esfuerzos están encaminados en presentarse como la tercera vía; mantener su registro como partido nacional y local. Elevar su fortaleza en el Congreso de la Unión, que le permita ser la bisagra legislativa del próximo sexenio; y quizá prevalecer su presencia marginal en la Legislatura Estatal. Su participación es meramente testimonial para el caso de la entidad.