Toluca, Edomex. 18 de enero de 2024.- Brenda Alvarado fue la elegida para sacrificarse políticamente por el PRI para la elección del 2 de junio. Se inscribió como aspirante al Senado de la República sabedora de que sus posibilidades para ganar y hacerse de la curul es de una entre mil. Si el priísmo tuviera la mínima esperanza de triunfo, habría enviado en esa posición a cualquiera de sus liderazgos más visibles; pero nadie quiso jugarse un riesgo innecesario. Las élites políticas lo tinene muy claro: lo más importante para los comicios presidenciales, son las candidaturas plurinominales.

Quien no se cansa de competir es Eduardo Zarzosa, quien completará su tercera elección consecutiva para el mismo cargo público -como diputado federal- por el mismo distrito electoral. Ser ciudadano del distrito con cabecera en San Felipe del Progreso y dedicarse a la política, debe ser una situación de absoluta frustración, porque el cacicazgo de Zarzosa ha implicado cerrarle la puerta a cualquier renovación generacional. También hay que decirlo, no es el diputado de mayor productividad legislativa.

Y en un caso semejante, quien no se cansa pero de perder es el exdirigente magisterial, Roberto Sánchez Pompa, quien se encamina a su tercera derrota en fila -si nada extraño sucede-, para las elecciones del 2 de junio. En 2018, el líder del Movimiento Territorial perdió la diputación local frente a Morena; hace tres años, compitió por la diputación federal y volvió a salir derrotado. Ayer, de nueva cuenta anunció su registro con la intención de llegar a San Lázaro, pero en un distrito en donde hasta ahora el PRI participa en solitario.

Hubo quien se fue por la libre. El distrito electoral con cabecera en Metepec fue ganado en 2021 por Ana Lilia Herrera; quien asume que esa posición política le pertenece. Por lo que resulta muy extraño que haya dos registros: David López Cárdenas y Olga Pérez Sanabria. Ambos argumentan que no hay una candidatura definida; sin embargo, el primero se identifica con el grupo político de la dirigente priísta. A eso habría que añadir que el municipio de Metepec quedará asignado al PAN, y el grupo político de Carolina Monroy reclamára para sí mismo, la prevalencia del distrito local. En el entramado político quien sale sobrando es la exalcaldesa de San Mateo Atenco.

Otro denominador común es que a la dirigencia estatal priísta le fue muy difícil encontrar quién quisiera inscribirse como aspirante a diputados federales; todos advierten que en su mayoría son hazañas pérdidas. Será la primera ocasión en que no se contará con el respaldo de un gobernador priísta, y con una profunda defenestración política. En el escritorio de Ana Lilia Herrera se reconoce que sacaron precandidatos hasta por debajo de las piedras, y un escenario similar ocurriría para encontrar aspirantes a alcaldes y diputados locales. Los tiempos del otrora partidazo han quedado atrás.

La verdadera pugna del priísmo mexiquense vendrá en el listado de plurinominales, donde se concitan las ambiciones -y aspiraciones- de personajes como Laura Barrera, Cristina Ruiz, Miguel Sámano, Gustavo Cárdenas, Ricardo Aguilar y Carlos Iriarte en busca de la reelección; y habría que anotar otros actores políticos que busquen entrar a la lista de privilegiados como alcaldes, diputados locales y exfuncionarios del gabinete estatal. Sólo hay que contemplar que los plurinominales a la Cámara de Diputados Federal comparten espacio con los estados de Colima, Michoacán e Hidalgo, éste último impulsado por la secretaria general, Carolina Viggiano.