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OFF THE RÉCORD

Jesús Murillo Karam tuvo su primer contacto con Enrique Peña Nieto en 2004. Eran los tiempos en que el PRI definiría a su candidato a gobernador. El ex gobernador Arturo Montiel confío a Murillo la delegación del CEN priísta en el Estado de México para ungir a su delfín político como candidato único. Murillo, tuvo que lidiar con un aguerrido Isidro Pastor y convencer al resto para declinar a favor de quien era el favorito del montielismo para sucederlo en la gubernatura del estado.

En la campaña constitucional, el ex gobernador de Hidalgo Jesús Murillo, fue el alfil que enfrentó a Rubén Mendoza Ayala. Fue quien exhibió un video donde el candidato panista robaba pelotas de camionetas propiedad del PRI, lo que fue la punta de lanza que precipitó la campaña de Mendoza, y abrió la puerta para que Peña Nieto sellara un triunfo contundente en la lejana elección de 2005. Murillo y Peña allí sellaron una amistad, un pacto político y un amplio engranaje bajo la tutoría de Montiel.

Años más tarde, en 2007 Beatriz Paredes buscó –de nueva cuenta- la dirigencia nacional del PRI. La tlaxcalteca fue apoyada por Peña Nieto, incrustando en su fórmula a Murillo. A lo largo de cuatro años, Murillo y Peña tuvieron un recorrido conjunto, que los llevó a una elección histórica, la de 2009, que les permitió recuperar gubernaturas y alcaldías en manos de PAN y PRD, lo que puso al PRI en la antesala de la Presidencia de la República, conseguida en la elección del 1 de julio.

Murillo será el encargado de imponer la banda presidencial de Enrique Peña. El hoy senador priísta y a partir del sábado diputado federal, ha amarrado por oficios de Manlio Fabio Beltrones, la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados Federal. Ese cargo legislativo inhabilitaría al hidalguense para integrarse al gabinete de Peña Nieto, sin embargo el futuro presidente de San Lázaro se promueve y fuerte para sumarse a la primera línea de funcionarios del próximo gobierno federal.

Un elemento que juega en contra de Murillo, es su distanciamiento con el también ex gobernador de Hidalgo Miguel Ángel Osorio Chong, cuya opinión pesa en demasía en el oído de Enrique Peña. Muchos dan por sentado a Osorio como el titular de Gobernación en el eventual gobierno peñista, lo que cierra el paso a Murillo. Pero de aquí al 1 de diciembre no hay nada seguro, los jaloneos en el círculo cercano del mexiquense se darán un día sí, y el otro también. Lo peor está por venir.

La influencia de Hidalgo parece innegable para el sexenio entrante. Los pronósticos apuntan que Osorio despachará desde Bucarelli. Murillo tendrá consigo la presidencia de la Cámara de Diputados Federal durante el primer año legislativo. Y por si fuera poco, Nuvia Mayorga es la carta fuerte del priísmo para asumirse como presidenta de la poderosa comisión de Presupuesto y Cuenta Pública en San Lázaro.

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