Cada vez se vuelve más consistente la acusación de un financiamiento irregular por parte del despacho Grupo de Abogacía Profesional (GAP), a través de Monex a favor del PRI por 91 millones de pesos, durante la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto. Aunque hasta ahora, la defensa jurídica, a cargo de Jesús Murillo Karam, ha realizado una endeble argumentación a favor del PRI y su candidato. Al ex gobernador de Hidalgo le han ganado la batalla mediática.
La relación entre los Fraga y Peña Nieto parece tener antecedentes históricos con su mandato en el Estado de México. Las últimas revelaciones periodísticas apuntan a que la empresa GAP de Emilio Fraga y su familia son militantes del PRI, y fueron contratistas en los gobiernos de Peña Nieto y Arturo Montiel. Para los Fraga, el Estado de México les fue redituable, y eso prevén se amplíe al gobierno federal.
La empresa de la familia Fraga tuvo contratos con el montielismo. En 2004, realizó el trabajo para la liberación de derecho de vía a lo largo de 12 municipios del Estado de México en el tramo que corre de la autopista México-Querétaro hacia el Oriente del Valle de México para entroncar con la autopista Peñón-Texcoco.
Ya durante la administración de Peña Nieto, la empresa de los Fraga actuó en la fase II de la construcción del Circuito Exterior Mexiquense para realizar la liberación de derecho de vía a lo largo de 7 municipios para llegar a entroncar hasta la autopista México-Puebla. En 2008, obtuvo un contrato en el Proyecto del Tren Suburbano La Paz-Texcoco-La Paz.
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Diego Fernández de Cevallos, aunque panista de cepa, siempre ha sido un aliado de Enrique Peña Nieto. Desde su toma de protesta como gobernador en el lejano septiembre de 2005, el llamado “Jefe Diego” acudió a respaldar al originario de Atlacomulco. Y fue un invitado asiduo a los informes de gobierno del ex mandatario estatal, ayer el panista dio el espaldarazo que le faltaba a Peña Nieto para asumirse como el futuro Presidente de México. Muy a su estilo controversial.
En declaraciones virulentas, Fernández de Cevallos arremetió contra López Obrador. El ex senador panista lo calificó de “loco, violento, no es honorable, no es honesto y no es democrático, embustero, falsario, violento y agazapado”. También fue contra el movimiento Yo Soy 132, de quien dijo ya se encontraba infiltrado, y ha perdido la legitimidad con que inició. La reaparición pública fue en el informe de gobierno de José Calzada, mandatario de Querétaro, muy cercano a Peña Nieto.
Fue Diego Fernández de Cevallos quien concertó la toma de protesta de Carlos Salinas de Gortari, y le permitió un cogobierno de amplias concertacesiones entre el PRI y el PAN desde 1988. Años más tarde, en 1994 se le acusó de abandonar su campaña electoral para apuntalar la candidatura de su rival, el priísta Ernesto Zedillo. Hoy, en 2012, parece que Diego ha encontrado un nuevo aliado en el PRI.
