Los juniors de la política mexiquense se encuentran a 45 días de tomar el poder. El próximo 31 de agosto tomarán protesta la nueva dinastía revolucionaria como diputados federales. La renovación priísta sólo ha pasado la estafeta a la misma familia que detenta el poder desde hace 20 y 30 años.
La LXII Legislatura Federal estará integrada por Laura Barrera –hija de Heberto Barrera-. Otro de los nuevos cuadros políticos es Irazema González Olivares –hija de Guillermo González y Azucena Olivares, alcaldesa de Naucalpan-. También se alista Denisse Ugalde –hija de Arturo Ugalde, alcalde de Tlalnepantla-. Además de Sue Ellen Bernal –hija de Eduardo Bernal, ex alcalde de Tecámac-.
En el mes de septiembre lo mismo ocurrirá en la Legislatura Estatal. Allí destaca la figura de Alfredo Torres Huitrón –hijo de Alfredo Torres Martínez, secretario de desarrollo urbano-; Sergio Mancilla Zayas –hijo de Sergio Mancilla Guzmán, ex alcalde de Naucalpan-; y David López Cárdenas –hijo de David López Gutiérrez, vocero de Enrique Peña-. Ese es el nuevo PRI, y su nueva generación.
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En la elección de Neza no todo está dicho. Los priístas insisten en ir a los tribunales, pero eso no es lo más incierto de los comicios. Lo que resulta más inquietante para priístas y perredistas es que determinará la Fepade de la presunta alteración de boletas electorales. Si hubo delitos electorales, quiénes fueron los responsables, qué sanciones se aplicarán. Estamos frente a un hecho sin precedentes. Los consejeros electorales penden de un hilo.
Los funcionarios públicos, diputados y demás priístas que felicitaron a Martha Angón –por su presunto triunfo electoral- hace más de una semana en la elección municipal de Nezahualcóyotl, debieron guardar su tuiter para mejor ocasión, tras la victoria confirmada del perredista Juan Zepeda en dicha localidad. A ellos les aplica la premisa de no por mucho madrugar, les amaneció más temprano, pues del plato a la boca se les cayó la sopa y también la victoria.
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A sesenta días de cumplir el primer informe de gobierno de Eruviel Ávila la parte de más vulnerabilidad parece la Procuraduría de Justicia. Han estado ahí los escándalos de su administración. Primero fue el famoso “Coqueto”, quien se fugó de las instalaciones de la subprocuraduría de Tlalnepantla. Le han seguido diversos cateos que han violado derechos humanos. El hecho más reciente, la violación a un grupo de jóvenes que se encontraban en un retiro espiritual en Chalco. La renovación del procurador Alfredo Castillo parece obligada.
