En definitiva, Eruviel Ávila Villegas no superará el 50 por ciento de las preferencias electorales. Tampoco alcanzará los 3.5 millones de votos que se plantearon como meta desde marzo pasado. En el realismo del priísmo alcanzarán un 43 por ciento, y podrán llegar a cerca de 2.1 millones de sufragios, apenas 300 mil más que los conseguidos por Enrique Peña Nieto hace seis años, que es una cifra semejante a lo alcanzado en las elecciones de 2009, cuando arrasó en alcaldías, diputaciones federales y locales.
El gran reto de los priístas se finca en conservar o aumentar ventajas en determinados municipios, y ganar las elecciones en aquellos territorios en poder de la oposición. Todos aquellos alcaldes o diputados, que pretenden incorporarse al gabinete de Eruviel Ávila, o tener algún futuro político deberán concentrarse en dar resultados electorales. Es ahí donde Eruviel medirá lealtades, efectividad y competencia electoral.
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Para Alejandro Encinas ha resultado insuficiente sus llamados al voto útil. Su intención del voto no supera en las encuestas más alentadoras el 25 por ciento. Por encima de Luis Felipe Bravo Mena, lo más positivo para la izquierda mexiquense es relegar al PAN a la tercera posición. Con base en la movilización electoral, y el desempeño de Encinas en el debate este miércoles, pretenden ganar otros 3 o 5 puntitos que le den certeza al movimiento lopezobradorista de vencer al calderonismo en el Estado de México.
No es gratuito que Marcelo Ebrard, quien apoyo decisivamente la campaña de Andrés Aguirre en Guerrero, en esta ocasión haya hecho un vacío profundo al proselitismo de Alejandro Encinas. El jefe de gobierno capitalino ha decidido no arriesgar su capital político en una elección que ya está pérdida.
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Eruviel Ávila tendrá dos cierres de campaña. El primero de ellos será el próximo sábado en la Plaza de los Mártires de Toluca. Ahí congregará a la clase política mexiquense. No será sólo un evento masivo, sino una circunstancia simbólica como preámbulo de su ascenso al poder, en un discurso emitido frente al Palacio de Gobierno, donde de no haber sorpresas dará el Grito de Independencia el próximo 15 de septiembre ya como Gobernador del Estado de México.
El otro evento será el reencuentro con el origen. El miércoles 29 de junio, al mediodía, se presentará en Ecatepec para congregar a las masas. Su fortaleza electoral radicada en ese municipio que gobernó en un par de ocasiones. Previamente, desayunará con ex gobernadores, dirigentes nacionales y estatales del PRI, PANAL y PVEM. También estarán presentes diputados federales y locales. Será el cierre oficial, y la cuenta regresiva para que el Ejército priísta funcione y camine el 3 de julio.
