Los jóvenes del movimiento #YoSoy132 han puesto en doble encrucijada al candidato presidencial priísta Enrique Peña Nieto. El pasado martes, los estudiantes del 132 se declararon anti EPN, lo que formaliza la animadversión que genera el puntero en las encuestas y que en gran medida producirá votos de castigo en contra suya por lo que representa como imagen del viejo régimen. La caída de Peña Nieto en las encuestas electorales sería inexplicable sin el movimiento 132 gestado en la Ibero.
Apenas el equipo de campaña se reponía de la noticia, cuando los jóvenes del 132 convocaron a un tercer debate entre los candidatos presidenciales. A través de un video, los estudiantes propusieron un encuentro con quienes aspiran a la Presidencia de la República, programado para el martes 29 de junio. En el debate se contempla un intercambio de ideas entre los candidatos; seguido de preguntas de integrantes del movimiento 132 presentes en el encuentro y finalmente algunas interrogantes hacia los candidatos por parte de personas que sigan el debate a través de Internet. Todo un reto innovador.
Peña Nieto ha desestimado asistir al debate del movimiento 132. En voz de su coordinador general de campaña, Luis Videgaray se considera que al tratarse de un movimiento anti EPN el debate podría estar sesgado. Si el mexiquense se opuso a debatir por convocatoria de medios de comunicación, resulta impensable que asista a un foro fuera de control. Aunque Peña siga cayendo en las encuestas sus asesores cercanos le alimentan el ego para que en su estrategia administre la ventaja que mínimamente conserva.
Vázquez Mota y López Obrador están más que apuntados para asistir al debate con los jóvenes del #YoSoy132. La panista urgida de reflectores y ya sumida en el tercer lugar de la intención del voto ahora no condiciona su presencia Peña Nieto como lo hizo antes. Mientras que López Obrador con el ánimo por delante confía que su momento es el de convencer por todas las vías y alejarse en definitiva de Josefina. Quadri ha dicho que asistirá como parte del anecdotario de la elección presidencial de este año.
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Falta mucho por ver en las campañas electorales. Las preferencias son tan cambiantes como la opinión pública. Y la opinión pública es tan variante como el viento. Los votantes indecisos superan el 20 por ciento, mientras que el 15 por ciento de los electores podrían modificar su decisión. Es decir, tres de cada diez votos están en un volado. Lo mejor por venir para los electores con la organización de dos debates más, uno organizado por el IFE, y otro convocado por el movimiento Yo Soy 132.
En el Estado de México el Instituto Electoral no tiene la mínima intención de organizar debates. Hace tres años en las campañas locales hubo debate entre los dirigentes estatales de los partidos. En esta ocasión el órgano electoral permanece omiso, sujeto a los intereses que responde. Se trata de intereses facciosos y de los partidos políticos que se repartieron posiciones en la designación de los actuales consejeros electorales.
