La angustia electoral ya tocó fondo en el priísmo estatal. Al arribo de Erasto Martínez y Carlos Aguilar como los operadores políticos del gobernador Eruviel Ávila a la zona oriente del estado, se debe sumar una reorganización en el famoso programa de regionalización, que supervisa la entrega de apoyos sociales en el Estado de México. La operación de Elizabeth Vilchis, secretaria de Desarrollo Social ha sido un desastre y es tiempo de rescatar el barco, antes de que termine de hundirse. Lo que necesita es evitar que la caída de Enrique Peña arrastre al priísmo mexiquense.
Eruviel se apoyará en sus hombres de confianza. Ahí están Raymundo Martínez, el poderoso secretario de Educación; también sume a Jaime Barrera, secretario de Transporte; y a Fernando Alberto García Cuevas, secretario de Desarrollo Metropolitano y tío político de Raúl Domínguez Rex –dirigente estatal del PRI-. Los hombres de experiencia analizan los escenarios electorales, tienen enfrente un candidato en picada, y otro en ascenso. El efecto Peña Nieto, puede convertirse en d-efecto, y es ahí donde las matemáticas los traicionan.
Los candidatos a alcaldes y diputados locales del PRI ya no ven la suya. Los reclamos son recurrentes: La efectiva, la tenencia vehicular y la inseguridad pública. La gente entiende poco o simplemente no quiere hacerlo de subsidios a la tenencia, y de programas sociales que arrancarán pasadas las elecciones. Ellos tienen a la vista que no les cumplieron todo lo que les prometieron. El priísmo está pagando un costo político muy alto por la campaña que en 2011 fue todo un éxito, y que hoy se les está revirtiendo. El veredicto final se dará en las urnas el 1 de julio.
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Una tomada de pelo la celebración del Medio Ambiente. Simplemente los candidatos, todos sin excepción, imprimen su imagen y su nombre en vinilonas que no son biodegradables. Los que hoy prometen cuidado ecológico, simplemente pasan por alto las normas ambientales en su ambición de llegar al poder político. Los materiales utilizados son altamente tóxicos con el paso del tiempo, y en el colmo del cinismo, los partidos obligan a los proveedores a imprimirles el logotipo de reciclables. A la contaminación visual se le acumula la ambiental. Pobre México.
Ayer, día del medio ambiente, muchos candidatos sólo usaron la fecha como subterfugio electoral. En el fondo, poco saben o todo lo ignoran de cuidado al ambiente, incluidos los candidatos del Verde Ecologista, que sólo promueve penas de muerte y vales de medicinas. Instalados en el puesto se deben pagar facturas políticas por encima de la protección ambiental. El panorama por delante no es muy cambiante, la ecología no está en el librito de las campañas electorales.
En la legislatura local las propuestas del Verde fueron un desastre. Nada para abatir la contaminación del río Lerma, ni para combatir la polución atmosférica. Los tiraderos clandestinos y a cielo abierto tampoco estuvieron en su agenda. La tala de árboles y la destrucción de ecosistemas estuvieron debajo del escritorio. El tiempo se les va en lucrar con la imagen de un tucán. En materia gubernamental, los verificentros no cumplen con su cometido y prolifera la corrupción. Las procuradurías ambientales simulan su actuación. Todo son discursos.