Aunque en los hechos compiten por separado, y con candidatos diametralmente opuestos, en los hechos parece que PAN y PRD han fraguado una alianza de facto para evitar a toda costa el regreso del PRI a Los Pinos. En su actitud “amorosa” da la impresión de que Andrés Manuel López Obrador le ha dado el “beso de Judas” a la denuncia panista de que Enrique Peña Nieto no cumple, y que dejó inconclusa diversas obras en el estado. Ayer encabezó un evento en Nezahualcóyotl en una vialidad incompleta, y dejó en claro que el candidato presidencial no cumple, en sintonía con la guerra sucia emprendida por los panistas.
En contraparte, el PAN se ha subido al barco perredista, que acusa a Enrique Peña Nieto de haber rebasado ya el tope de gastos de campaña a escasos quince días de haber iniciado el proselitismo electoral. El PRD, a través del coordinador de campaña de AMLO, el senador Ricardo Monreal ha comenzado un monitoreo intenso de los espectaculares que ha instalado Peña Nieto a lo largo del país, y ha acreditado documentalmente un gasto cercano a los 150 millones de pesos. Los panistas se han sumado a las imputaciones en contra del priísta y su oneroso gasto electoral.
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Grave revelación hecha por la revista Proceso este domingo, al señalar que la consultora de Pedro Aspe, de nombre Protego – Evercore adquirió 20 por ciento de Grupo Diavaz, cuyas principales actividades son la extracción de petróleo y gas, así como la distribución de gas natural por un monto de 50 millones de dólares. A partir de esa circunstancia, se atribuye a Aspe como uno de los principales ideólogos de Enrique Peña Nieto en el sentido de pronunciarse por abrir a la iniciativa privada el sector energético como parte del estado eficaz.
En esa ecuación no debe pasar desapercibido que Luis Videgaray, es uno de los principales asesores de Pedro Aspe, cuando éste se desempeñó como secretario de Hacienda y Crédito Público en el sexenio de Carlos Salinas. Antes de ser funcionario público, Videgaray fue el director general de Protego, cuando dicha consultoría fue la encargada de reestructurar la deuda pública del gobierno estatal durante el mandato de Arturo Montiel. Con el tiempo, Videgaray se convertiría en el secretario de Finanzas de Enrique Peña, y actualmente es el hombre más cercano e influyente en el candidato presidencial del PRI.
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Ante los diferendos existentes en el Consejo Estatal del PRD para la elección de sus candidatos a alcaldes y diputados locales, el proceso interno podría ser atraído por la dirigencia nacional, y agudizar las divisiones entre las diversas tribus que pretenden acaparar para sus respectivos grupos los abanderamientos rumbo a los comicios del 1 de julio. Es tan preocupante la escisión perredista, que no se ponen de acuerdo siquiera en qué municipios o distritos se concretarán las alianzas electorales que sostendrán con el Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano.
Precisamente el agandalle de la dirigencia nacional era lo que buscaban evitar los perredistas del Estado de México. Pero sus indecisiones, sus acusaciones y sus reclamos permanentes han conllevado a que desde el CEN del PRD se determinen a los candidatos para los ayuntamientos y diputaciones locales. La militancia perredista busca entre sus prioridades recuperar el cinturón amarillo que les perteneció por cerca de 15 años, en municipios como Nezahualcóyotl, Ecatepec, Chalco, Texcoco e Ixtapaluca, y que perdieron hace tres años, producto precisamente de sus divisiones internas.
