Por primera ocasión en la campaña presidencial, Enrique Peña Nieto acudirá al Estado de México –su presunta tierra natal, pues en realidad nació en el Distrito Federal y no en Atlacomulco-. Pero su visita no es circunstancial, por el contrario, el ex gobernador ha buscado en el estado una válvula de escape a la imposibilidad de asistir a Cuernavaca donde rendiría un homenaje luctuoso a Emiliano Zapata. En medio de un encono entre la militancia priísta morelense, Peña Nieto decidió emigrar al municipio de Axapusco, donde existe entre los campesinos de la comunidad la tradición de rendir un homenaje al pie de un monumento a Zapata cada 10 de abril.
En el entramado de Enrique Peña aún no se enfrenta a escenarios no controlados. Morelos sería una apuesta a un mapa impredecible, por responder a una lógica electoral dominada por el PAN desde hace doce años. A eso se suma la innegable división que existe entre los sectores y grupos políticos del priísmo morelense que renovarán en julio gubernatura, alcaldías y diputaciones locales. Por ello, el equipo de campaña de Enrique, encabezado por Luis Videgaray, decidió no arriesgar y apostarse en el territorio mexiquense, bastión priísta y donde el candidato priísta tiene muy poco que perder.
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Luego de permanecer dos meses acéfala, y tras el periodo vacacional de Semana Santa, la secretaría de Turismo ya tiene nueva titular. El gobernador Eruviel Ávila designó a Rosalinda Elizabeth Benítez González como secretaria del área, quien tiene nula experiencia en la materia pero cuyo nombramiento político responde a ser hija de Humberto Benítez Treviño. Con ese movimiento, Benítez Treviño se fortalece al tener ya en su dominio un par de secretarias, por un lado su hija Rosalinda en Turismo, y por el otro, a Cruz Juvenal Roa –actual secretario del Trabajo- quien durante algún tiempo fue secretario particular de Humberto.
Sin embargo, Eruviel Ávila tiene muchos más flancos descubiertos, como resultado de otras áreas que dejaron acéfalas las recientes candidaturas del PRI a alcaldes y diputados locales. Ahí está el caso de Erick Sevilla quien se separó de la dirección de reclusorios para buscar la presidencia municipal de Lerma; Víctor Aguilar, coordinador de apoyo a la comunidad de la secretaría de Finanzas, quien aspira a la alcaldía de Tenango del Valle; entre otras que no pueden permanecer sin cabeza, y que fueron botadas para ir en la búsqueda de los “votos”.
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Alejandro Encinas ya recordó que tiene que hacer campaña. Este martes, el diputado federal con licencia y ex candidato a gobernador, presentará a sus coordinadores de campaña rumbo al Senado de la República. Ante la reciente muerte de Juventino Castro, el perredista Alejandro Encinas dicen, se arrepintió de haberse separado de su curul federal, y no sustituir al ex ministro de la Corte en la presidencia de la comisión de Puntos Constitucionales en San Lázaro. Pero la ambición electoral y las instrucciones lopezobradoristas hoy lo tienen fuera de esa posibilidad.
El ex jefe de gobierno capitalino está convencido que la elección de julio en el Estado de México, considerado un bastión priísta, será una consigna casi imposible frente a la maquinaria estatal que respaldará la candidatura de Enrique Peña en el estado, y que pretenderá ratificar a través del triunfo en la fórmula senatorial que representan Ana Lilia Herrera –alfil político de Arturo Montiel-, y María Elena Barrera –ex secretaria particular de Peña-. Un duro hueso de roer.
