Jesús Alcántara Núñez tiene asegurado un lugar en el listado plurinominal de la Quinta Circunscripción por el Estado de México que será aprobado este miércoles en el estado de Hidalgo por la cúpula priísta, y «palomeado» en lo particular por Luis Videgaray Caso -coordinador de campaña de Enrique Peña Nieto-; y Miguel Ángel Osorio Chong -secretario de organización del CEN del PRI-. Alcántara es de los hombres más cercanos a Peña Nieto y tendrá asegurado su lugar en San Lázaro, de donde ya formó parte en la LX Legislatura Federal. De la mano del candidato presidencial, Jesús tiene apartado de nueva cuenta una curul.
Alcántara fue por primera ocasión diputado local suplente, precisamente de Enrique Peña Nieto, por el distrito local XIII con cabecera en Atlacomulco. Ante la salida de Peña Nieto en la búsqueda de la gubernatura en el lejano 2005, Alcántara se convirtió en legislador mexiquense, donde pasó sin pena ni gloria algunos meses, antes de separarse de su encargo, para competir por una diputación federal en 2006, por el distrito electoral I con cabecera en Jilotepec. En medio de la catástrofe electoral de ese año, que sucumbió al priísmo mexiquense a un terrible tercer lugar, Alcántara fue de los candidatos que se salvó de la quema, y ganó su elección.
Empujado por Peña Nieto, el propio Alcántara compitió en 2009 por la misma diputación local de Atlacomulco, la misma que se embolsó derivado de la maquinaria electoral de ese año. Si los adivinos de Plana Mayor no falllan, Alcántara sumará su cuarta diputación al hilo, y desde esa óptica se entiende porque a muchos políticos les sobra la posibilidad de la reelección. En todas y cada una de sus gestiones como legislador, Alcántara ha tenido un desempeño mediocre, sin muchas iniciativas presentadas, casi nulas sus intervenciones en tribuna, y con un amplio ausentismo en sus labores oficiales. Eso sí, es el operador político consentido de Peña Nieto.
Con el ascenso al poder de Enrique Peña; el originario de Atlacomulco Jesús Alcántara se hizo cargo de la maquinaria electoral denominada Fuerza Mexiquense -fundada por Isidro Pastor en tiempos del montielismo- para cambiar su denominación por Expresión Política Naciona (EPN por sus siglas). Desde esa posición, Alcántara fue el responsable de la operación política en triunfos memorables como Querétaro, San Luis Potosí, Zacatecas y Aguascalientes -gobernados por la oposición-; pero también fue estigmatizado en descalabros dolorosos para el PRI como Oaxaca, Puebla y Sinaloa, bastiones entregados a las famosas alianzas opositoras.
En Julio del año pasado, a convocatoria del propio Alcántara, en un cónclave efectuado en Casa Estado de México -con la anfitrionía- del entonces gobernador Enrique Peña Nieto, se anunció la conformación de la agrupación Expresión Política Nacional, en donde se extendieron credenciales a los asistentes, quienes de facto, y mucho de forma sorpresiva, se comprometieron de inmediato a impulsar al interior del priísmo la candidatura de Peña Nieto. Las limitaciones de Alcántara pueden ser muchas, pero su lealtad será premiada en lo inmediato mediante su lugar en San Lázaro por la vía plurinominal.
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El gobernador Eruviel Ávila Villegas no necesita más enemigos o adversarios que los que hay en casa. El procurador general de justicia Alfredo Castillo Cervantes volvió a cometer una más de sus pifias. La extraña fuga de un feminicida de sus instalaciones de la Subprocuraduría en Tlalnepantla desnuda por completo, y da una radiografía real, de las ineficiencias, las complicidades y las negligencias que ocurren en la dependencia ministerial. Lo malo no es que las cometan, sino que desde que investigó el inverosímil caso Paulette, parece que a Castillo sólo lo premian por sus errores y sus omisiones.