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OFF THE RÉCORD

encinas-amloEl amor renació en la República de López Obrador. Quienes hasta el año pasado vilipendiaron al tabasqueño por oponerse a la alianza PAN – PRD en la elección por la gubernatura, ayer se subieron al barco del precandidato presidencial en el inicio de su gira por el Estado de México. Los Chuchos y la corriente lopezobradorista compartieron el templete, sabedores que los comicios están cerca, y ambos se necesitan para rescatar en la medida de lo posible los bastiones electorales que perdió el perredismo en los comicios de 2009. En lo que parece una encomienda imposible, a nadie escapa que hace seis años el PRD se impuso en la elección de senadores en la entidad, y en esta ocasión buscarán repetir la hazaña. El amor mueve montañas, y ayer unió a las tribus perredistas que estaban peleadas a muerte. El AMLOVE lo hizo posible.

 

En la gira estuvo presente Juan Hugo de la Rosa, el dirigente estatal del PRD, identificado con los Chuchos, que apostaron sus cartas con Marcelo Ebrard, pero que ya definido el abanderado de la izquierda se han tenido que sumar más por obligación que por gusto con Andrés Manuel. El ánimo con que se presentó el presidente perredista era de incomodidad. A decir verdad, el dirigente del PRD estatal era un invitado más dentro de la comitiva que acompañó a López Obrador, quien tiene personajes más cercanos en el Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano, en políticos como Óscar González y Emilio Ulloa, que lo han seguido desde la campaña de 2006, en el conflicto postelectoral, y en el devenir del sexenio calderonista. Como dijo el aspirante panista Santiago Creel, ellos han estado con López Obrador, en las duras y en las maduras.

 

La lucha por el Senado de la República parece ser la madre de todas las batallas en el perredismo. Ayer, junto a López Obrador se pudo ver a Javier Salinas -actual secretario de Finanzas del CEN del partido del sol azteca- que pese a su cercanía con el ala de los Chuchos, aprovechó la visita de Andrés Manuel a tierras mexiquenses. Se subió al tren de la gira, en el entendido de que la placeada es gratis, y en las negociaciones finales pueda resultar bendecido por el aspirante presidencial, toda vez que cuenta con amplia simpatía por parte de la dirigencia estatal. Dejó a un lado las diferencias políticas con el tabasqueño, y Salinas -eterno competidor perredista que pierde todas las internas de su partido- espera que en esta ocasión la suerte esté de su lado.  Veremos si el amor de la República de López Obrador, también hace milagros.

 

En la acera de enfrente, Javier Salinas se encontró a Alejandro Encinas -ex candidato a gobernador del Estado de México- quien también aspira a la candidatura por el Senado de la República. Encinas, cercano indiscutible a López Obrador, espera ser el elegido del PRD para buscar una curul en la Cámara Alta. Luego de su esfuerzo, y hasta sacrificio -en una contienda que se sabía perdida-, tras haber sido derrotado en las urnas el pasado mes de julio, sea recompensado como candidato al Senado, donde incluso podría acceder por el principio de Primera Minoría. De llamar la atención, sin duda, que Encinas se haga presente en el Estado de México en la víspera electoral, una tierra que olvidó el mismo 3 de julio, apenas a unas horas del triunfo del priísta Eruviel Ávila Villegas. Encinas está de vuelta para ooootra elección.

 

Quienes se saben colgar muy bien de la imagen de López Obrador es la militancia del Partido del Trabajo. Las fotografías junto al tabasqueño son parte del escenario que acompaña a la gira del ex jefe de gobierno capitalino. Ahí está el ejemplo de Joel Cruz -quien hace tres años buscó ser alcalde de Zinacantepec- y ahora aspira a la candidatura a una diputación federal por el distrito 40 con cabecera en dicho municipio. Pero para que las prisas no sean parte de su campaña, ya difunde imágenes donde aparece abrazado de Andrés Manuel, para que no quede la menor duda que la del tabasqueño es una campaña inundada por el amor. En los próximos días, López Obrador continuará con la gira de su precampaña política en tierras mexiquenses.

 

El colmo de males. A unos días de instalarse la mesa política del Estado de México, el gobierno mexiquense que encabeza Eruviel Ávila Villegas mantiene sin titular la subsecretaría de Información y Desarrollo Político, desde el pasado mes de enero que renunció Alejandro Nieto para sumarse al equipo de campaña de Enrique Peña Nieto. En el directorio virtual de la administración estatal aparece como encargado del despacho Eriko Flores Pérez, quien además funge como coordinador de control de gestión de la Secretaría General de Gobierno; y encargado del despacho de la coordinación de estudios y proyectos especiales. Es decir, tres chambas en uno, sin duda una suerte de alebrije en la burocracia estatal.

 

Mientras en la banca y en la búsqueda del hueso, está al menos una decena de operadores políticos, que trabajaron en la campaña de Eruviel Ávila pero que hasta el momento no han sido requeridos en la estructura gubernamental. Ernesto Nemer será el encargado de coordinar los esfuerzos de la mesa política, pero sin información y sin desarrollo político, la encomienda se torna muy compleja. A eso hay que sumarle, el frente político que ya conforman los partidos de oposición para poner sus condiciones en los comicios de julio próximo.

 

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