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OFF THE RÉCORD

Carolina MonroyEn los comicios del Estado de México lo que predomina son las dinastías. Los grupos políticos que dejan o alguna vez detentaron el poder buscan heredarlo a esposas o hijos. Sin importar la filiación ideológica, todos comulgan y coinciden en que el poder político en México es una especie de monarquía. Los méritos salen sobrando, y lo que prolifera y realmente importa es el tráfico de influencias de los liderazgos políticos. Estar fuera del presupuesto es por sí sola una consigna fácil, pero dejar el poder en manos ajenas pareciera un pecado para los mexiquenses.

 

En el PRI resaltan de bote pronto cinco casos por demás emblemáticos. Dos de ellos en Metepec, en la disputa por la alcaldía. En la aspiración por la Presidencia Municipal se encuentra muy apuntada Carolina Monroy del Mazo –quien ya perdió esa elección en 2006-, pero busca de nuevo la contienda electoral bajo el respaldo de su esposo Ernesto Nemer –diputado local con licencia por Metepec y actual secretario General de Gobierno-. Del otro lado,  Laura Barrera Fortoul, hija de Heberto Barrera –ex secretario general adjunto del PRI- y sobrina de Jaime –secretario del Transporte-. El choque de dinastías está por definir la sucesión en la ciudad del barro.

 

En el Valle de México no cantan mal las rancheras. El secretario de Desarrollo Urbano, Alfredo Torres Martínez impulsa con fuerza a su hijo Alfredo Torres Huitrón –actual diputado federal- para que se haga de la presidencia municipal de Ecatepec-. Nadie pierda de vista en Naucalpan, los “amarres” que busca incansablemente Sergio Mancilla Guzmán –ex secretario del Trabajo con Montiel y ex alcalde de Naucalpan- quien promueve a su hijo Sergio Mancilla Zayas para que se convierta en sucesor de Azucena Olivares. Por último, en Huixquilucan, Abel Huitrón Rosete –ex alcalde- busca que su hijo Abel Huitrón de Velasco sea el delfín de Alfredo del Mazo Maza.

 

En el PRD, las cosas no les son ajenas. Jesús Ortega –ex dirigente nacional del PRD y ex senador- anota a su esposa Angélica de la Peña en los primeros lugares de la lista de senadores plurinominales del PRD. Mientras que Rosendo Marín de Izquierda Democrática Nacional, aprieta el paso para que su cónyuge Julisa Mejía se gane en el proceso interno la candidatura a la Presidencia Municipal de Nezahualcóyotl. Y la lista perredista la completa Javier Salinas, que promueve a su pareja sentimental Angélica Linarte como candidata a diputada federal, que sobra decirlo, actualmente se desempeña como legisladora local en la bancada perredista.

 

En el PAN el caso más visible es Toluca, a través de Mónica Fragoso, quien es cuñada de Juan Carlos Núñez Armas, quien se desempeñó en su momento como Presidente Municipal de Toluca, diputado local y federal; además de dirigente estatal del panismo. Aunque no se debe perder de vista a la dinastía Durán que parece regresar por sus fueros. De entrada José Luis Durán busca la candidatura al Senado de la República, pero será cuestión de semanas para que los hermanos Alfredo, Porfirio y Patricia asomen su imagen en el espectro de las campañas electorales. La lucha por el poder hereditario, está presente en todos los partidos políticos.

 

Los partidos políticos son estructuras de poder cerradas a la ciudadanía. De nada debieran sorprenderse los candidatos frente a las altas cifras de abstencionismo y el desgano de los ciudadanos por participar en los procesos electorales. Lo que ya se avizora hoy como posibles candidatos es motivo suficiente para pronosticar el fracaso en las urnas, no producto necesariamente de su derrota electoral, pero sí de votos nulos y boletas anuladas por la baja participación y afluencia de votantes.

 

 

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