El segundo informe de gobierno del alcalde de Huixquilucan, Alfredo del Mazo Maza fue el escenario del cotilleo político de este martes. La presencia de los ex gobernadores de Nuevo León e Hidalgo, Natividad González y Miguel Ángel Osorio fue de lo más rescatable en la convocatoria del joven edil. Sin dejar de mencionar a los ex mandatarios de la entidad, César Camacho Quiroz, y Alfredo del Mazo González. Sin duda, el músculo político rebasó expectativas sobre el resto de los alcaldes que en los últimos días han rendido sus respectivos informes de gobierno.
Mientras el procurador de justicia de la entidad, Alfredo Castillo Cervantes, armaba una película hollywoodense para explicar el explosivo del Tec de Monterrey de Atizapán, su antecesor y célebre procurador mexiquense Alberto Bazbaz pasó prácticamente desapercibido en el informe de Alfredo del Mazo. Y pensar que el propio Bazbaz cavó su tumba política precisamente en Huixquilucan donde no pudo con la investigación del caso Paulette, cuyo responsable de la investigación le arrebató el cargo, y hoy se ha vuelto en una estrella de televisión con sus multimediáticas presentaciones del crimen organizado.
Otro personaje que estuvo en Huixquilucan, pero sin arrebatar reflectores como ocurría hasta hace algunos meses fue Ricardo Aguilar Castillo. El ex dirigente estatal del PRI llegó puntual a la cita del informe de Del Mazo Maza, pero entró sin ser reconocido, sin tener de su lado las porras que arrebataba en la víspera de las decisiones sucesorias del Estado de México. Después de haber estado a un palmo de la candidatura a gobernador, hoy Ricardo permanece en un exilio obligado, sin que pueda atraer los reflectores mediáticos para recuperar el peso político que algún día tuvo.
El gran ausente fue Luis Videgaray Caso. Aunque se trató de un diputado plurinominal, el ex secretario de finanzas acreditó su residencia en Huixquilucan. Se convirtió en legislador por el Estado de México. Estuvo en la lista de cinco aspirantes a la gubernatura, y fungió como coordinador de campaña de Eruviel Ávila. Entusiasmado por la idea de engrosar su trayectoria política, se convirtió en dirigente estatal del PRI. Sin embargo, hoy ha quedado en la orfandad política, y está a la espera de que arranque la precampaña presidencial de su jefe Enrique Peña Nieto. Su ausencia en el informe de Alfredo fue notoria. El poder tiene un declive y ya se acabó.
Notorias deferencias hizo Alfredo del Mazo al diputado federal Alfonso Navarrete Prida, y al secretario de comunicaciones Gerardo Ruiz Esparza. Sobre éste último, se sabe que ya preparó sus maletas y tiene lista la entrega – recepción de su oficina. Nadie olvida que Ruiz Esparza hizo un destape de Del Mazo Maza, que olió a una especie de cargada a favor del hijo del ex gobernador, con quien el hoy secretario de comunicaciones fue su secretario general de gobierno. En términos prácticos, Ruiz Esparza se encuentra en la lista negra de Eruviel Ávila.
Los destapes que de forma recurrente tienen los alcaldes –que están rindiendo sus informes- hacia la precandidatura presidencial de Enrique Peña Nieto no son casuales. Aparte de la necesidad de la clase política mexiquense por quedar bien con su jefe, se trata de una especie de legitimación para que Peña Nieto argumente que dentro de las valoraciones hechas para lanzarse por la candidatura priísta de 2012, estuvieron entre otras cosas las valoraciones de la ciudadanía, y de la decena de alcaldes que en la última semana le ha dado un espaldarazo en su proyecto y futurismo político.