Nadie debe olvidar la consulta ciudadana que llevaron a cabo en marzo pasado tanto PRD como PAN para determinar una coalición opositora en el Estado de México. El resultado, como se recordará, fue abrumadoramente por el sí de la alianza electoral entre el blanquiazul y el partido del sol azteca, ahí podría estar el pretexto perfecto para llevar a cabo la coalición de facto que llevaría a Luis Felipe Bravo Mena a la declinación a favor de Alejandro Encinas.
El caso penoso y lamentable suscitado ayer en la UNAM, debe llamar a la reflexión. No se pueden permitir que actos de intolerancia ensucien las campañas electorales, que por sí solas tienen un amplio descrédito. Pero no se debe perder de vista, que eventos como el ocurrido ayer en la FES Acatlán desalienten la participación ciudadana en las elecciones. Y que a un mayor abstecionismo, crece la posibilidad de triunfo priísta. Por esa razón se debe entender que en política nada es casual, y la teoría del compló ronde insistentemente en la trifulca del encuentro entre Bravo Mena y los universitarios en Naucalpan.
La detención de policías municipales de Huixquilucan, relacionados presuntamente con el crimen organizado, es curarse en salud por parte del gobierno de la entidad. La noticia no cayó en el agrado del presidente municipal Alfredo del Mazo Maza, lo cierto es que en el Estado de México advierten riesgos sobre un posible michoacanazo en la víspera electoral, pero que podría generar un daño colateral al candidato priísta Eruviel Ávila. Por eso, la actitud es mostrar que no se toleran actos delictivos, y que en materia de procuración de justicia no hay espacio para la impunidad.
Aunque la elección aún no está definida, hay políticos que ya se reparten en su imaginario espacios del próximo gabinete de posibilidades. En esa lógica, se encuentra Carlos Cadena Ortiz de Montellano, quien prevé para su persona algún cargo como la secretaría General de Gobierno, cargo que ocupó su padre Manuel en el sexenio de Arturo Montiel. O bien, también se deja correr la versión de ocupar la secretaría de Desarrollo Social, que otorga una promoción política sin parangón al interior de la estructura gubernamental.
Otro que ya se anotó en la lista del gabinete es Adrián Fuentes Villalobos. El actual diputado local del Partido Verde Ecologista, presiona y fuerte para ser parte de las carteras que otorgue Eruviel Ávila al PVEM, aunque Adrián Fuentes es un priísta de cepa. Lo cierto es que Fuentes Villalobos, alguna vez alcalde de Huixquilucan y diputado federal, cuenta en secreto y a quien lo quiere escuchar, que él puede convertirse en el próximo secretario de Medio Ambiente a partir de septiembre próximo. ¿Será el cobro de facturas por la famosa Ley Peña?
En el equipo de Alejandro Encinas, hay una creciente expectativa porque hasta hoy el candidato de la izquierda es el que mejor números presenta en el proselitismo del Estado de México. Sin embargo, pierden de vista que la unidad política que muestran sus liderazgos nacionales –como lo fue el arranque de campaña que concitó a Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador-, no necesariamente significa que haya cohesión al interior de las tribus del perredismo mexiquense.
Aún más, Encinas y su equipo de campaña –que son vistos como una imposición del lopezobradorismo- deben entender la dualidad con la que juegan sus liderazgos locales, y que no en vano deben a esa displicencia política los motes que han ganado en los corrillos de la grilla mexiquense. Nos referimos a “Priginio” Martínez y “Dopritilo” Posadas por mencionar sólo dos casos que pueden operar a favor del actual gobierno, y su candidato Eruviel Ávila.