A nadie debería sorprender el apoyo de Vicente Fox a Enrique Peña Nieto. El ex presidente panista está sumado al proyecto presidencial del mexiquense. El llamado foxista para respaldar al puntero de las encuestas, sólo confirma que la adhesión de Manuel Espino a la candidatura de Peña Nieto tuvo una orden superior que vino desde el rancho de San Cristóbal en Guanajuato. Fox y Espino están unidos a la apuesta peñista de llegar a Los Pinos, pero sobre todo, evitar el ascenso al poder de López Obrador.
A quien debería tener preocupado esa cercanía, es al candidato del PRI a la alcaldía de Tlalnepantla, Pablo Basáñez. Resulta que Jonás Sandoval, es un personaje cercanísimo a Espino y a Fox, y estos personajes no dan paso sin huarache. En esa naturaleza, parece que vendrán con su operación política para apoyar a su delfín político y conquistar Tlalnepantla. Veremos si Felipe Calderón lo apoya o responde a la afrenta foxista, que ha abandonado a su partido, y ha mostrado su afecto por Enrique Peña.
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En Naucalpan, el mayor lastre del candidato del PRI a alcalde de Naucalpan, David Sánchez Guevarra es su coordinador general de campaña. Se trata de Antonio García Mendoza, el limitado ex secretario general del Suteym y actual diputado local. Su operación clientelar y corporativista propia de su sindicato no puede, ni debe ser replicada en la dirección de una campaña electoral como la que enfrenta el PRI, en abierta competencia y frente al panismo que está apostándole a recuperar el municipio.
En la acera de enfrente, desde la candidatura de la panista Angélica Moya Marín, ven con seria preocupación que algunos grupos políticos emblemáticos del partido están haciendo un vacío significativo en las campañas. El bastión electoral, dominado durante años por la familia Durán Reveles, ha visto como el poder de esa dinastía ha abandonado a su suerte al grupo de Bravo Mena que busca sentarse en la silla que hoy ocupa Azucena Olivares. Sin embargo, el despliegue de recursos humanos y económicos está a la vista.
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La semana que inicia parece decisiva en las campañas presidenciales. Los candidatos han comenzado el diseño de su estrategia para enfrentar el segundo debate, y parece definitivo rumbo a la elección del próximo 1 de julio. Lo que hace más interesante el escenario es la insistencia de encuestadoras serias que avizoran una elección cerrada entre el priísta Enrique Peña Nieto y el perredista Andrés Manuel López Obrador, y en esa circunstancia un acierto o error en el debate podría marcar la diferencia.
Desde ahora, López Obrador ha comenzado el llamado al voto útil, para que los panistas se vuelquen a favor de su causa y eviten la reinstauración del viejo régimen. Por su parte, Peña Nieto ha hecho un llamado a no confiarse y cerrar con fuerza la promoción electoral, su declaración demuestra dos cosas. En principio, que las encuestas que marcan un estrecho margen de 4 a 8 puntos son certeras, pero sobre todo, denotan desesperación.
