Toluca, Edomex. 29 de abril de 2019.- Es bien sabido, pero no por eso bien visto, que los secretarios del gabinete estatal tienen una función de operadores políticos en distintas regiones de la entidad. En la zona sur del Estado de México, desde septiembre de 2017, fue designado Jorge Rescala Pérez, donde pretende concitar a los alcaldes de la región. Las cuentas de la elección pasada reportaron apenas el triunfo de Cruz Roa como diputado federal. El resto fue para el olvido.
Lo cierto es que, todo apunta a que atrás quedaron los tiempos de la sana distancia entre el gobierno y el priísmo. Llama la atención la presencia de Rescala el sábado pasado en la toma de protesta de Sandra Martínez Solís como dirigente de Mujeres Jóvenes, originaria de Tejupilco, la zona de operación política del titular de Medio Ambiente. No queda la menor duda de que Jorge Rescala avaló a Sandra Martínez, pero parece un exceso su asistencia en un evento partidista en que no apareció ningún otro secretario delmacista.
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A Laura Barrera le despertó una inusitada preocupación por los niños con cáncer, donde pretendió la semana pasada impulsar reformas legales que garanticen licencias laborales para sus padres.
A pesar de haber sido dirigente nacional del DIF en el último tramo peñista, nunca se le vio tanto interés para no “lucrar” con la infancia. El viernes pasado subió a tribuna para acusar a Morena de aplazar la discusión legislativa; y de paso, por alusiones personales sepultó en la memoria los casos de cáncer del gobierno de Javier Duarte, y negó que entre los negocios de los Maccise se encuentre el reparto de desayunos escolares, aunque decenas de investigaciones periodísticas apuntan a negocios mayúsculos.
Es de reconocer que Laura Barrera ha tomado notoriedad mediática, en asuntos como las estancias infantiles, la promoción turística y ahora los niños con cáncer; por encima de otros de sus compañeros legisladores, que pretenden acaparar atención por asuntos demográficos, reviviendo viejas glorias de cuando presidieron Coespo, o de los dislates de quienes han enunciado el interés del PRI por “contribuir a la pobreza de este país”.
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Ayer Rosario Robles despidió al responsable de manejar sus redes sociales. La razón: confrontó desde el twitter personal de Robles al gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, quien presumió la reconstrucción del Istmo de Tehuantepec tras el sismo de 2017, junto a López Obrador. Al parecer en un mensaje sin autorización, Rosario le espetó que la reconstrucción había comenzado desde hacía un año y ocho meses: “o ya no se acuerda?”.
Minutos más tarde, Robles salió en defensa propia. Aclaró el malentendido. Afirmó que el mensaje se envió sin saberlo, y que de ahora en adelante ella manejará sus redes sociales. Primero fue Carlos Iriarte, que perdió su twitter hace algunas semanas; ahora tocó el turno a Robles y un dislate. Y la lista de exfuncionarios peñistas podría irse apilando en los meses por delante.
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