Toluca, Edomex; 28 de febrero de 2023.- Alejandro Moreno no podrá extender su mandato al frente del PRI nacional. Las reformas estatutarias se hicieron de manera irregular. El Consejo General del INE confirmó, por mayoría de votos que, su presidencia tiene fecha de caducidad para el 18 de agosto del año en curso; apenas 74 días después de las elecciones en que el priísmo disputará sus últimos bastiones en las gubernaturas del Estado de México y Coahuila.
Los comicios de junio, serán la antesala por la disputa de la dirigencia tricolor, a través de grupos internos que hoy se presentan antagónicos. Alito se jugará su última apuesta: impugnará ante el Tribunal Electoral, para validar la extensión de su dirigencia hasta las elecciones de 2024. Para el 4 de junio, el grupo de Moreno tendrá sus esfuerzos concentrados en retener Coahuila como demostración de su poder político. En contraparte, el equipo antiAlito sorteará su capacidad para ganar en las elecciones del Estado de México.
En los últimos años, Alito y Del Mazo se han distanciado irremediablemente. No habrá pronta reconciliación entre ambos bandos políticos. Quien gane o quien pierda saldrá fortalecido o debilitado para la sucesión por la presidencia nacional priísta, que podría convocar a elecciones en la primera quincena de agosto.
En esa lógica, Manolo Jiménez tendrá todo el apoyo de Rubén Moreira -y el comité nacional de Moreno-, quien buscaría suceder a Alito, en caso de confirmarse su salida en el mes de agosto. Por su lado, Alejandra del Moral -con el cobijo delmacista- también podrá concitar el interés de Ruiz Massieu, Osorio Chong, y su casi-paisana, Beatriz Paredes. Claudia podría ser la carta del peñismo para la dirigencia tricolor. El Edomex como fiel de la balanza electoral; y no hay que perder el futuro político de Alfredo Del Mazo, sobre todo si alcanza la hazaña de ganar la gubernatura del estado.
Independientemente del resultado del 4 de junio, quien busque la presidencia del PRI para los próximos cuatro años deberá tener un gran respaldo del priísmo estatal. Aquí, habitan doce de cada cien electores del país; y desde el escenario partidista, uno de cada cinco votos priístas, son mexiquenses.
Alito llegó a la dirigencia nacional del PRI, por beneplácito de quien despacha en Palacio Nacional, pero con el consenso de quien ha optado por el autoexilio en Madrid, España. Y es altamente probable que, el sucesor de Moreno, en el despacho de Insurgentes Norte, deba transitar por el visto bueno de Andrés Manuel; y la voluntad política del exgobernador atlacomulquense.
Quien se instale como dirigente del PRI nacional para los próximos cuatro años, será factor de negociación de cualquier alianza electoral con el PAN y el PRD; incluida la repartición de candidaturas de las gubernaturas que estarán en disputa en el 2024; junto a las 128 senadurías y 300 diputaciones federales.
Para el peñismo -que aún persiste- y el delmacismo -que buscará su prevalencia- será muy conveniente estar del lado correcto de la historia (política).
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