Toluca, Edomex, 27 de marzo de 2023.- Delfina Gómez será, por segunda ocasión, candidata a la gubernatura del Estado de México. A diferencia de las penurias con las que hizo campaña hace seis años, para esta aventura proselitista, la texcocana tendrá el arropo de la Plana Mayor de Morena, que ha avanzado a pasos agigantados durante el último lustro; tiempo en que ha conquistado la Presidencia de la República y 22 gubernaturas en el país. La joya de la corona, es la batalla maestra, con la elección del Estado de México.
La 4T, encabezada por Andrés Manuel López Obrador, no dejará nada a la suerte. Derrotar al PRI de Atlacomulco es una encomienda pendiente, desde los tiempos en que el tabasqueño era jefe de gobierno del DF, y siempre encontró encono con su homólogo mexiquense, Arturo Montiel. En 2012, fue derrotado en la elección presidencial, por otro mexiquense, Enrique Peña. Y aunque lleva una cordial relación con el priísta, Alfredo Del Mazo; López Obrador y su movimiento, asumen que ha llegado el momento histórico de ganar la gubernatura del Edomex.
Más allá de la cargada de liderazgos nacionales morenistas, se puede advertir una carencia organizativa en las tareas de la campaña electoral que arrancará el lunes 3 de abril. El control de la estrategia proselitista tiene canales reducidos, que han convertido en un embudo el acceso a la candidata Delfina Gómez. El coordinador de campaña, Horacio Duarte, tiene el margen de control y la toma de decisiones. Aunque concita la unidad de los grupos internos, hay pocas líneas de interlocución hacia el futuro. No todo son las encuestas y sus ventajas.
Lo que no deja de suceder, son los golpes bajos de las diversas corrientes políticas que integran Morena en el Estado de México. Suponen que obstruir entre grupos internos, los hará escalar en el futuro gobierno. Todos asumen que su responsabilidad es el activismo electoral, pero hay dispersión en las tareas que inician con la campaña formal. También se identifica duplicidad de acciones; y eso desgasta a sectores y grupos que se sienten desplazados.
En el círculo más cercano a Delfina se valora la posibilidad de que la candidata morenista no asista a ninguno de los debates que serán organizados por el Instituto Electoral del Estado de México. En el marco legal electoral, se contempla que se deberán realizar al menos dos debates, y en ningún escenario pretenden exponer a quien se presenta como la puntera de las preferencias. En el escritorio, se pondera el riesgo de asistir, o bien, de ausentarse: y dependiendo del costo político, se tomará la decisión en próximas semanas.
Lo cierto es que, la elección no está definida. La campaña electoral apenas arrancará el lunes 3 de abril, y con ello, toda posibilidad de incidir entre los votantes. Lo que priva entre las élites políticas morenistas es un exceso de confianza, y eso puede ser su peor enemigo, para afrontar la elección más trascendente, después del triunfo presidencial de julio de 2018. La encuesta definitiva, lo marcan los manuales, es la resultante el día de los comicios.
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