loader-image
Toluca, MX
5:32 pm,
temperature icon
nubes dispersas
Hora Estándar Central

OFF THE RECORD 27-01-2025

Toluca, Edomex; 27 de
enero de 2025.- El viernes pasado, el PRI del Estado de México renovó su
dirigencia. Lo que no ha renovado son sus viejas formas políticas. Cristina
Ruiz apostó por el “acarreo” de las fuerzas vivas de su militancia. El evento
se realizó en el recinto de la revolución. Ni por asomo pensar en llenar el auditorio
o la plaza principal, donde antes reventaba el poder de convocatoria del
partido hegemónico. Ahora, apenas la acompañó un puñado de diputados locales, alcaldes,
y algunos expresidentes municipales. Con premura, la registraron, cerraron las
inscripciones, y la declararon presidenta del priísmo. Sólo los mal pensados
dirían que todo estaba arreglado.

 

Alejandro Moreno tiene
una realidad muy alterada del priísmo mexiquense. Se refugia o da refugio
-cualquier acepción es válida- a priístas que no tienen ascendencia o vínculos
políticos robustos. Ahí está Cristina Ruiz -ya en carácter de presidenta estatal-
que carece de grupo en Naucalpan; las eruvielistas Brenda Alvarado -hoy
secretaria general- o Norma Ponce -también delegada en Veracruz-, que no tienen
acomodo en Ecatepec; lo mismo que Alfredo Quiroz, quien tiene escasa presencia
en Metepec. Y a la lista se suman otros personajes como Tony Rodríguez. Sin
dejar de lado que sus mayores referentes electorales son hoy en día David Sánchez
Isidoro y Mario Santana Carbajal. Vaya ejemplo.

 

Cristina Ruiz ha llegado
a la cúspide del poder partidista; aunque el priísmo se desmorona. En el
transcurso de los próximos meses, nadie debe sorprenderse si alcaldes y diputados
saltan a la acera morenista o ecologista. No hay capacidad ni voluntad ni
incentivos para detener la desbandada de tricolores. Y si Cristina lo desea,
ahí puede permanecer hasta ocho años, en tanto Alito se lo permita; o bien, en
la medida que el priísmo no pierda el registro en la próxima elección. Y el
Salón Presidentes seguirá retirando cuadros y más cuadros, de dirigentes que se
van a la Anselmi; negociando a espaldas para irse a otros equipos.

 

——————-

 

Fernando Vilchis ha
perdido la razón. Para el exalcalde de Ecatepec le ha resultado una buena idea
ir en contra de Delfina Gómez. Hoy la gobernadora estará en el municipio más
poblado del estado para entregar patrullas a la Secretaría de Seguridad, y
Vilchis ha tomado la decisión de darle bienvenida a través de un grupo de
choque conocido como los 300, en un intento por boicotear el evento. El petista
busca un agente distractor para quitar el reflector sobre su desaseado gobierno
como munícipe de Ecatepec durante seis largos años.

 

Entre tantas acciones repletas
de excesos y abusos está el arrendamiento de patrullas que ejecutó Vilchis como
alcalde de Ecatepec, donde benefició a empresas con actividades simuladas que facturaron
a sobreprecio. Por ahora, Delfina Gómez ha solicitado un informe detallado de
las condiciones en que Fernando dejó el municipio y, trasciende, es un
expediente fijo en el escritorio del Palacio de Gobierno en Toluca. Será
cuestión de semanas, para que la carpeta pueda turnarse al OSFEM, todo
dependerá de la gravedad de las observaciones e inconsistencias. Se viene la noche,
y busca jugar a las vencidas.