Toluca, Edomex. 26 de octubre de 2015.- Las actuales administraciones municipales han entrado en una recta final. En un plazo de 35 días deberán rendir su tercer y último informe de labores. Del 1° al 3 de diciembre, los alcaldes salientes presentarán sus informes de actividades, como último acto protocolario y de promoción personal. En un tercio de los municipios mexiquenses rendirán el informe presidentes municipales suplentes, en tanto que los propietarios ya ocupan una diputación local o federal.
En tanto, del 7 al 18 de diciembre se ha programado realizar las tomas de protesta de los 125 presidentes municipales entrantes. Con la presencia del gobernador Eruviel Ávila y de los secretarios de su gabinete, se realizarán actos políticos para los alcaldes electos en un plazo de diez hábiles, previos al periodo vacacional de fin de año. Mientras que el 1° de enero, se realizarán las tomas de protesta de los 125 ayuntamientos para el trienio 2016- 2018.
El Tribunal Electoral del Estado de México deberá acelerar la resolución de los juicios de impugnación pendiente. Aunque legalmente tendría como plazo el 31 de diciembre para atender las inconformidades de los partidos, políticamente el tiempo se ha reducido para dar respuesta durante la primera semana de diciembre. Hoy, por ejemplo, se resolverá la elección municipal de Malinalco, donde ganó el PRI por estrecho margen contra el PRD. Fueron unos comicios conflictivos, donde incluso se registró la quema de boletas electorales. Ahí, los partidos políticos en su conjunto se han unido para evitar la llegada del priísmo a la presidencia municipal.
Los procesos de entrega – recepción deberán acelerarse a partir de la primera semana de noviembre. La transición se ha vuelto más lenta en los ayuntamientos en que gobernará el mismo partido político. En muchos casos, los alcaldes salientes han mostrado resistencias para entregar la información contable, o para arrancar formalmente con la entrega de un gobierno que se les diluye de las manos, y se desvanece con el tiempo.
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Este lunes, se darán la primeras dos reinserciones de primodelincuentes que cometieron delitos no graves derivado del consumo de droga. Se trata de jóvenes, menores de edad, que infringieron la ley bajo influjos de droga, cuyo principal problema es de salud. En su proceso, se les trata como adictos y no como delincuentes. Los adolescentes son sometidos a un programa en el Tribunal de tratamiento de adicciones, y superada su adicción se les reinserta a la sociedad. El único requisito indispensable consiste en que los delitos cometidos no hayan sido graves.
En los casos de personas que son sujetos a este nuevo modelo de reclusión, el juez considera sobreseídos los expedientes y son sometidos a monitoreo. A lo largo de 13 meses, los menores reciben una atención integral para superar los problemas de adicción. Y una vez que se ha garantizado su reintegración social, los jóvenes son puestos en libertad. Al ser primodelincuentes, es decir, delincuentes por primera ocasión, se busca obtengan su liberación en un periodo breve, que evite mayores dificultades de conducta en caso de permanecer mayor tiempo en prisión.
El asunto contrasta con la intoxicación de internos registrado en el penal estatal de Otumba, donde se supondría se cuenta con los estándares de calidad y los protocolos de reclusión más altos. La cárcel de Otumba, es considerada paradójicamente, como una cárcel modelo pero que en los hechos pone de manifiesto omisiones o negligencias del sistema penitenciario. Si la comida en este penal causó una severa intoxicación por ofrecer alimentos en mal estado, es de preocupar cómo estará en las demás cárceles estatales.
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