Toluca, Edomex. 26 de julio de 2017.– El Sistema Estatal Anticorrupción tiene enormes desafíos para combatir el principal lastre de la clase gobernante. Hoy, el principal reclamo social es en contra del despilfarro, la frivolidad, las componendas, los conflictos de interés y los negocios privados al amparo del poder. Es urgente, que desde el sistema anticorrupción se ejecuten acciones que castiguen a los políticos corruptos y elimine cualquier espacio de impunidad. Ese es el reto abrumador que debe resolver el nuevo fiscal anticorrupción.
Han pasado dieciocho meses en los que se documentaron enormes deudas bancarias, pasivos financieros, desfalcos inexplicables y desvío de recursos en al menos unos treinta ayuntamientos. Muchos gobiernos municipales documentaron las inconsistencias administrativas, y reportaron las anomalías a la Contraloría del Poder Legislativo y el Órgano Superior de Fiscalización. Lo cierto es que hasta el momento se ha impuesto un manto protector desde las altas esferas del poder a favor de la élite política. Hasta ahora, el único presidente municipal encarcelado es el naucalpense, David Sánchez Guevara.
La pirámide de protección e impunidad se refleja en que muchos exalcaldes mexiquenses -involucrados en los desfalcos-, fueron contratados por el gobierno de Eruviel Ávila, en cargos menores de su gabinete, algunos de ellos de reciente creación para dar cabida a todos. En su mayoría, permea la complicidad, la omisión y el silenciamiento a favor de quienes incurrieron en corrupción, y dejaron en una quiebra financiera a sus ayuntamientos.
La simulación, es el principal riesgo que afronta el Sistema Estatal Anticorrupción, para consolidarse como un organismo autónomo. Ahí están las pruebas de empresas fantasma, obras con sobreprecio, herencia de pasivos millonarios y transferencias irregulares. Una medida rígida apuntaría a que los alcaldes corruptos regresen… pero lo que se llevaron. No basta con algunos meses de cárcel si los culpables no devuelven el dinero que ha sido desviado.
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Ayer, Alfredo del Mazo se reunió con los diputados federales del PRI. Ahí estuvo encabezando el encuentro César Camacho Quiroz junto a otras figuras mexiquenses. Del Mazo les agradeció su trabajo en la campaña electoral. Los legisladores le refrendaron su apoyo inconmensurable durante su gubernatura –de confirmarse su triunfo-. Lo cierto es que Del Mazo, en un balance final no encontró pistas sobre los apoyos de sus excompañeros en San Lázaro. En contraste, los legisladores locales se metieron más de fondo, y más de lleno.
Hay hombres y mujeres que serán castigados, pues a pesar que desde San Lázaro le prometieron apoyo a su campaña, obtuvieron resultados poco alentadores. En primer plano, su prima Carolina Monroy delegado del PRI en Metepec, donde el Morena le ganó al PRI sin alianzas. Otro más es Pablo Basáñez, un fallido coordinador de evaluación si se considera que perdió su tierra natal Tlalnepantla. Y por último Raúl Domínguez Rex, con una estructura que poco hizo, y se dedicó más a deshacer. Mientras César Camacho pugna por defender los espacios de poder a favor de su hijo, Mariano Camacho, en el gabinete delmacista.
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