Cuando se trata de permanecer vigente en el presupuesto no importa si se trata de subir o de bajar. Para muestra un botón, y ahí está Manuel Cadena Morales, el antes secretario general de gobierno en el mandato de Arturo Montiel Rojas, y que incluso llegó a ser senador de la República y aspirante a la gubernatura mexiquense, ayer se registró como precandidato del PRI a la presidencia municipal de Texcoco. Por mucho quien se piense que es un cargo menor, y no se equivoca, se debe contemplar que presupuestalmente Texcoco es uno de los municipios más robustos financieramente en la zona nororiente del estado. Eso lo explica todo.
Luego de dos intentos fallidos, este martes Carlos Iriarte Mercado, el ex director de la Policía Estatal en el montielismo, podrá registrarse como precandidato a la alcaldía de Huixquilucan. En las dos ocasiones anteriores se le atravesaron en el camino Adrián Fuentes Villalobos, actual secretario de Desarrollo Económico, y el edil Alfredo del Mazo Maza. Para este 2012, muchos vieron en el empresario Pablo Peralta una severa amenaza a las aspiraciones de Iriarte, pero tal parece que Montiel ha retomado el control en muchos aspectos, y ahí está el ungimiento de uno de sus consentidos para suceder a Alfredo del Mazo en dicho municipio.
Aunque la aduana electoral de Huixquilucan no parece ser un día de campo. Iriarte no cuenta con las simpatías de Alfredo del Mazo, y pese a ello alcanzó la nominación priísta. Frente a ello, Iriarte deberá hacer campaña del brazo de Juan Millán, precandidato a diputado local, quien era el delfín político del delmacismo para sucederlo en el cargo. Millán es señalado como un político «golondrino» porque ni de Huixquilucan es originario; mientras que en la víspera de las definiciones fue acusado de ser panista. A esa mancuerna se suma el poco carisma del precandidato a diputado federal Fernando Maldonado Hernández, quien piensa que su distrito electoral es Interlomas, y difícilmente recorrerá casa por casa y buscar el voto por voto.
El que se sacó la rifa del tigre fue David Sánchez Guevara, que ayer se registró como precandidato a la presidencia municipal de Naucalpan. El legislador federal se impuso al cúmulo de intereses que representaban los ex alcaldes priístas que apoyaban a su homólogo Sergio Mancilla, superó las presiones políticas del grupo de Enrique Jacob y en el tramo final alcanzó una alianza política sólida con la pareja presidencial que conforman Azucena Olivares y Guillermo González, para ser el fiel de la balanza. Tal parece que la bendición papal que recibió David Sánchez por parte de Benedicto XVI en Guanajuato surtió efectos positivos a su causa.
Algo raro paso en Toluca. El pasado jueves, en la legislatura federal con la vorágine de licencias presentadas por parte de los diputados priístas mexiquenses, el éxodo alcanzó al ex líder empresarial José Luis Velasco Lino -primo de Erwin Lino, secretario particular de Enrique Peña-. Todos daban como un hecho que Velasco se convertiría en diputado local, pero de imprevisto este lunes simplemente no se registró por ninguno de los distritos con cabecera en la capital mexiquense, donde le ganaron el mandado Enrique Mendoza Velázquez y Héctor Hernández Silva, quien por cierto hasta la semana pasada no se había separado de su cargo.
A propósito de Toluca, este martes Martha Hilda González Calderón formalizará su registro como precandidata a la presidencia municipal de la capital mexiquense. La ex secretaria de Ecología en los tiempos montielistas, es otra de las muestras de que el antecesor de Enrique Peña Nieto ha tomado el control político del estado. Martha Hilda, en su calidad de secretaria general del PRI, ha recorrido con tiempo todo el territorio toluqueño y ya lleva una amplia ventaja de operación electoral sobre su rival panista, cualquiera que éste sea, quienes se desviven en una contienda interna entre Mónica Fragoso, David Domínguez y Marco Aguilar.