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OFF THE RECORD 25-09-2024

Toluca, Edomex; 25 de septiembre de 2024.- Un despropósito de la clase gobernante morenista es haber faltado al primer informe de gobierno de Delfina Gómez, ya que en un acto de cortesía política se pudo haber reagendado la inauguración del Cablebús en la Ciudad de México. Y eso hubiera permitido un último evento de despedida para Andrés Manuel López Obrador en la entidad mexiquense, y un guiño de Claudia Sheinbaum y Clara Brugada para el estado que más votos aportó en la pasada elección. En ese transcurrir, Martí Batres pudo haber tenido un buen gesto para el cierre de gestión como jefe de gobierno. No lo hubo, y en política la forma es fondo, en todo escenario partidista.

 

Tampoco hubo el músculo político de antaño, donde el Estado de México era epicentro de gobernadores priístas de todo el país, y desde donde emergió el poder del Grupo Atlacomulco durante décadas. Ningún gobernador morenista asistió a Toluca. Un reacomodo en donde la clase gobernante mexiquense tampoco está representada en el próximo gabinete federal. Hace seis años, ahí ya levantaban la mano Horacio Duarte, Pedro Zenteno, Alejandro Encinas y Delfina Gómez. Hoy el desplazamiento es notorio, y ni se diga, comparado con hace dos sexenios, en el atiborrado gabinete peñista de mexiquenses.

 

Del gobierno federal, se dieron cita Rosa Icela Rodríguez -como representante del presidente, López Obrador-, además del mexiquense Marath Baruch Bolaños -secretario del Trabajo y originario de Nezahualcóyotl-. Ambos, serán parte de la administración entrante de Sheinbaum, ella como titular de Gobernación; él repetirá en la dependencia del ramo laboral. Por lo demás, la clase morenista mexiquenses abarrotó el Teatro Morelos, y pasó lista desde muy temprano.

 

Delfina Gómez ha abierto un flanco de enormes expectativas: una reforma constitucional para el Estado de México. Los temas son amplios, y puede trastocar intereses, incluidos el Poder Judicial, la desaparición de órganos autónomos, las reformas al Issemym y a la UAEMex, entre otros rubros que siempre fueron una bandera política de la izquierda. Hace un año conquistaron la gubernatura, hace unos meses garantizaron la mayoría en el Congreso local, es momento de ejercer ese poder, y cumplir con anhelos demasiado elevados.

 

De la oposición queda muy poco que decir. Son una minoría testimonial, pero sorprende su parsimonia en el ejercicio legislativo. Ni una sola postura de resistencia, crítica o cuestionamiento. Los alcaldes del PRIAN resultaron muy aplaudidores para una gobernadora adversaria. Cuidan en demasía las formas políticas y su futuro personal. Los electores que no votaron por Delfina Gómez hoy no tienen una voz que los represente en el Congreso local, tampoco en San Lázaro o el Senado, menos en los Ayuntamientos aún gobernados por priístas y panistas. Entregados al poder absoluto del partido que despacha en Palacio de Gobierno. Da la impresión que hay muchos Yunes en el espectro mexiquense.

 

Por la tarde, hubo un cónclave interesante en la Casa Estado de México, como en los viejos tiempos cuando el gobernador priísta ahí vivía y festejaba la autocomplacencia. Un selecto grupo de invitados especiales para celebrar el primer año de gobierno de Morena en el poder del Estado de México. Más tarde, la mandataria regresó a su despacho en Palacio de Gobierno. Revisó pendientes, y siguió una reunión vía zoom con la secretaria de Gobernación y futura dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde. Delfina sí cuida las formas y se nota.

 

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